Depresión - Rubius x Fem!Reader - Karmaland - #PremiosKarmaland2020 - Editando -

Prologo

Omnisciente

La chica de (C/P) estaba corriendo hacia su casa, con lágrimas en sus ojos. Aquellos ojos cansados, ahora rojos de tanto llorar, cargados de dolor. Aquellos ojos que se hacían la misma pregunta una y otra vez "¿Porque?¿Acaso no soy lo suficientemente bonita?". Aquella chica tenía entre sus manos un sobre sellado con un corazón, en el cual un nombre estaba escrito en este, en específico, el nombre de "Rubius".

(...)

Narras tu

Estaba llendo a la casa de Rubius a paso lento con un sobre entre manos, el cual tenía el nombre del mismo escrito en este.

-¿Y si me rechasa?- Pensaba una y otra vez. Un hueco en mi pecho y un gran nerviosismo se apoderaba de mi conforme me hiba acercando a la casa de aquel chico que lograba sacar de mi suspiros.

Al llegar, descubrí la triste y dura realidad. Hay estaba Rubius, junto con una chica de piel pálida y cabello pelirrojo. Parecian pareja, una pareja perfecta. Sentí que el hueco en mi pecho se agrando y mi nerviosismo desapareció, pero se convirtió en un corazón, un corazón roto. Sentía como lágrimas recorrían mis mejillas a grandes cantidades, me di la vuelta y empeze a correr en dirección a mi hogar.

(...)

Al llegar a su destino, la chica entro al baño y saca una pequeña navaja, levanta la manga de su sweter dejando ver varias cicatrices viejas, antecedentes de lo que alguna vez había sido una depresión. No querías volver a los mismos vicios que tuviste años atrás, vicios que nadie conocía además de ti. Pero aún así continuaste. Con seguridad nuestra protragonista clavo levemente la navaja justo encima de cada una de esas cortadas, evitando que cicatrizaran. Cuando terminó, se hizo una cortada más, pues sentía que no había tenido suficiente.

Saco una toalla de color rojo, que poseía ese color para así no tener que lavarla tan seguido y no levantar sospecha de ninguno de sus compañeros, ya que usaba esa toalla para este tipo de situaciones.

Bajo su cabeza, para ver la carta, está se encontraba en el suelo. Tomo la carta y la partió, tirandola al retrete mientras apretaba el botón para que se fuera por la cañería. Esta giraba una y otra vez, hasta que se debanecio de su vista.

Fue a la cama, y se acostó, eran las cinco de la tarde, ese día no había almorzado del nerviosismo y no tenía nada de hambre.

Las lágrimas seguían cayendo por su rostro, no aguantaba mas, al principio pensó que solo era pasajero, pero hay estaba, con múltiples cortadas en sus brazos sabiendo que probablemente no iba a aguantar mucho más.

Se le vino una idea a la mente (Auron es psicólogo) Pensó la de pelos castaños con duda. Quizás el la podría ayudar, decidió que pediría una consulta luego. Pero volvió a dudar ¿Y si le contaba a todos? Su juramento de psicólogo no era suficiente para que el se ganará su confianza, además que el le había hecho unas putadas antes, pero decidió dejar de pensar en eso.

Se quedó dormida en su lugar, con lágrimas a medio secar en su rostro y la nariz junco con sus ojos estaban algo rojos, estos ultimos no se podian notar claramente ya que los tenía cerrados.

Su depresión recién estaba comenzado.