ENGAÑANDO AL AMOR

Festival de luces...

El festival llega y todo el reino del este se llena de color, dado que los dioses bajarán para unirse por ese día a los mortales así que la capital debe estar espectacular...en el palacio todo se prepara para que los reyes presidan el festival y lo abran liberando una bandada de palomas blancas. Shi WuDu se ha preparado para el momento utilizando un bello traje en tonos verdes su cabello perfectamente recogido y una bella horquilla que Pei Ming le regalara va en el peinado, esperando así poder capturar la atención de su esposo.

Al llegar a la sala del trono, Pei Ming así como varios de sus ministros se quedan impactados al ver a doncel utilizando aquellas túnicas, sus hermanos simplemente pueden sonreír y declararse miradas cómplices, a lo lejos Su Jin se encuentra en su asiento observando y maravillado al ver a Shi Qing Xuan con un bello traje en tonos azules y su cabello suelto a excepción de su tradicional peinado, y una sensación de calidez se apodera de su pecho, al ver al doncel sonriendo en compañía de su hermano mientras que el rey observa a su esposo ocultando su rostros detrás de su abanico.

WuDu ¿Qué haces? –

-Nada ¿Por qué preguntas? – tratando de que Pei Ming no note su sonrojo –

-Porque en estos momento estoy viendo una aparición – tomando la mano del doncel –

-Sabes que estamos en público ¿verdad? –

-Sí, así como todos saben que soy el rey y tu mi esposo –

- ¿Qué paso con su consorte imperial? –

-Es verdad que me dará un hijo pero ella no ocupara un lugar a mi lado en el trono – notando como las mejillas de Shi WuDu se ponen rojas – WuDu, acompáñame esta noche a ver los fuegos artificiales –

- ¿Y si quiero rehusarme? –

-No lo tienes permitido – levantando la copa – demos comienzo al festival –

Los dos monarcas se ponen de pie y se dirigen a una ventana en la cual la jaula con las palomas está colocada, así que ambos abren la pequeña puerta y las cientos de palomas elevan sus alas y emprenden el vuelo, dando inicio al festival de las luces de verano...

Las calles se animan mientras varios juglares entretienen a los aldeanos con anécdotas sobre los dioses, sus grandes proezas y sobre todo sus historias de amor con mortales.

Mientras en el palacio real, Si Qing Xuan se encuentra compartiendo con su hermano cuando Su Jin se acerca y luego de hacer una reverencia y saludar cordialmente a los presentes invita al doncel a dar un paseo por la ciudad capital, y aunque el doncel quiere negarse, Xie Lian lo hace cambiar de opinión al decirle que se vería descortés dejar plantado al consejero imperial, así que en compañía del hombre Si Qing Xuan sale del palacio y se interna en la capital.

-Alteza –

- ¿Qué sucede Su-Xiong? –

Viendo un puesto de linternas – alteza ¿Por qué no compra una linterna? Esta noche se deben arrojar a los cielos –

-Pero ¿Qué puedo pedir? – sintiendo como el joven toma su mano –

-Podría pedirle que permita a su corazón aceptarme –

-Su-Xiong yo –

-Alteza, deme la oportunidad...quiero demostrarle que no todos somos tan crueles como usted cree –

-Pero –

-Alteza, no quiero ocupar el lugar de alguien – viendo directamente a los ojos del doncel – quiero crear mi propio espacio, estar siempre para usted –

-Pero...He Xuan –

-Ese demonio no ha querido sabe de usted en un año ¿Por qué haría algo ahora? –