Odio

26 1 0
                                    

- Sabes que yo jamás te diría algo similar, pero piénsalo, vencieron a un dragón. ¿Y si tú varita es él?

- Penélope necesitas descansar más. Parece que no oyes lo que dices.

¿Cómo podría siquiera pensar así?, Baz y yo somos muy diferentes y además no. Los objetivos que le dan dirección a la magia son eso "objetos", y ese hombre de cabello negro jamás podría ser descrito como objeto.

- Claro que escucho Simón, a diferencia de ti yo si pongo atención y escucho. Además no eras tú el que que estaba obsesionado con él, talvez es por la conexión que tienen.

- No existe ninguna conexión Penélope.

Se acabó el almuerzo justo a tiempo, me estoy comenzando a molestar por la insistencia de Penélope en el tema, estoy buscando no pensar en él y su conversación no me ayuda. Baz regreso hace unos días y aún no podemos hablar. Se que está mal. Pero ni siquiera me ve. Y ahora resulta que tenemos una conexión, lo dudo. A nosotros nos une más el odio que nada.
Bueno yo no lo odio, solo no soporto que siempre me este molestando. ¿Baz me odia?.

- ¿De verdad te encuentras bien?.

- Ya te dije que si.

Es tan grosero como siempre. Pobre de Altea. Se que a ella le gusta, pero él nunca le ha hecho caso.

- Baz, tu primo me dijo.

- Altea por última vez, estoy bien. Ahora sí me permites tengo que ir a entrenar.

Altea es una maga con poco poder. Baz de verdad parece cansado, sigue caminando mal. No me importa cuánto tarde hoy, lo pienso esperar despierto. Vamos hablar. No lo hacemos desde las vacaciones de invierno, es un idiota.

*****************

No sé cuánto más voy a soportar, la pierna me duele mucho. Nadie me dijo como ser un vampiro, ¿Pero no debió curarse ya?.
El imbécil de Snow no me deja en paz, quiero descansar pero siento como me sigue con la mirada. Estoy tan cansado que no le he hecho nada como quería mi tía.
Se que Penélope ha estado en mi cuarto estás últimas noches, cuando llegó mi cama huele a chocolate.

- ¿Me odias?.

Esa fue la última pregunta que me hizo Simón hace una semana cuando volví y no supe que contestar. ¿Cómo le dices a tu enemigo que lo amas?, ¿Cómo le dices que no quieres luchar más?, ¿Cómo ignoras unos ojos cafés suplicantes?.
No, no te odio más que a mí. Yo debería destruirte y en lugar de eso estoy pensando en como tú cabello cae sobre tu cara y te tapa los ojos al dormir.
Antes de las vacaciones ayude a liberar a una pobre dragón de sus manos. Es tan idiota que la hubiera matado cuando solo estaba asustada.

Es casi la una de la mañana, tengo que tomar un baño y acostarme, mañana es domingo me gustaría dormir hasta tarde.

Entro a la habitación y hasta mi llega el olor del jabón que usa él. Es extraño nunca se baña antes de dormir. Tomo mis cosas y paso hacia el baño. Procuro no hacer ruido, hoy estoy sucio y no quiero que me vea así.
Cuando salgo la luz está prendida y un perfecto hombre de piel dorada está sentado. Debo dormir ya estoy alucinando.

- Baz.

Lo ignoro, no pienso caer de nuevo, me ha costado mucho olvidar.

- Baz.

Está susurrando como para no molestar pero yo lo escucho perfecto. Deja de decir mi nombre.

- Baz, si no volteas iré a tu cama.

- ¿Que quieres Snow?.

- ¿Ya no me llamas Simón?.

- Tengo sueño, ya deberías estar dormido.

Del odio al amor.Where stories live. Discover now