Capítulo 6: Ellas dicen que sos malo

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            Lunes, primer día de universidad, 8:00am

Delfina

No puedo creer que sea mi primer día y me haya perdido, no puedo ser más estúpida, esto me pasa por andar pensando en cosas que no debo.

Mientras seguía mi camino (o por lo menos lo intentaba) vi a una chica pelirroja que usaba gafas y parecía amable y me acerqué para pedirle indicaciones.

—Ehm, perdonáme —toqué su hombro— ¿me podés ayudar?

—Sí, claro, ¿para qué sirvo? —me dijo sonriente, su acento es extraño, pero me gusta.

—Gracias, es que no encuentro mi aula... Podrías... —le mostré mi horario y señalé la materia que me toca.

—Oh, esa está en el segundo piso, el primer pasillo después de las escaleras, la última puerta a la izquierda, junto a la ventana —habló muy rápido y con trabajo le entendí, pero me agrada— ¿primer día?

Es en parte un alivio que sea esta chica aparentemente amable la que se dé cuenta de mi novatada y no alguien de la alta elite de mi papá.

—Se nota ¿verdad? —dije con una sonrisa nerviosa.

—Tranquila —me sonrió de vuelta. —, a todos nos pasa esto. A mí me encontraron casi en el sótano la primera vez.

Me reí, esta chica habla extraño, pero es muy agradable, creo que encontré a mi primera amiga de la uni.

—¿Llevás mucho tiempo aquí? —le pregunté.

—Solo un año, hoy comienzo mi tercer semestre.

—No sos de acá ¿o sí? —me atreví a preguntar.

—No —sonrió— soy de Venezuela, pero vivo aquí hace tiempo.

Supuse, por su manera de responder, que no fui la primera que preguntó eso.

—Oh, pues es un placer conocerte, soy Delfina.

—Bonito nombre, yo soy —dejó de mirarme y sonrió ampliamente— ¡Oh, Ada, Eva!

Volteé y vi venir a un par de chicas exactamente iguales que saludaron a la pelirroja antes de decir su nombre.

—Holis —dijeron al unisonó.

—Delfina, te presento a mis vecinas: Eva y Ada —nos presentó la chica que aún no me dice su nombre.

—Un placer —saludé.

—Igual —contestó una mientras la otra sonreía— ¿también es tu primer día?

—Sí —contesté con algo de vergüenza—, pero me voy a adaptar. Yo puedo —dije segura, aunque no sé si hablaba solo de la universidad.

—Concuerdo, vamos a lograrlo ¡Sí! —contestó la otra gemela chocando puños con su hermana.

—Ya verán que se adaptan rápido, les va a encantar este lugar —dijo la chica pelirroja.

—Y vos ¿en qué carrera estás? —le pregunté.

—Diseño Gráfico—me contestó—, iba a estudiarlo en Venezuela, pero un pana me consiguió la beca aquí.

"Un ¿qué?" Decidí no preguntar.

—Genial, yo elegí Periodismo y Cine.

Buen chico malo | PelfiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora