👑Five👑

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Jimin estaba sentado en la gran cama del emperador. Hace un rato había tomado un baño de sales, salió oliendo a las mejores flores. Le dieron una nueva bata de seda para que se la pusiera. Solo esa preciosa y delicada tela cubría su cuerpo.

—¿Cuánto más tardarás mi hermoso emperador? — preguntó al aire el peligris. Estaba ansioso por ser tocado y poseído por el rubio.

Se recostó boca arriba en la suave cama y suspiró.

Justo en ese momento Yoongi ingresó a su aposento, encontrándose con la preciosa vista de las piernas descubiertas del bailarín.
Aún no podía creer que tendría la dicha de besar y tocar aquel sensual cuerpo.

En silencio comenzó a desprenderse de sus joyerías y túnicas. Quedando solo con su pantalón de seda. También se despojó de los adornos de su largo cabello rubio, y lo ató en una apretada cola para que no les molestara tanto durante la acción.

Y se acercó sigilosamente hasta la cama, donde el peligris seguía acostado sin darse cuenta de la presencia de Yoongi.

—Hola, bonito. Tu emperador ya llegó — dijo el rubio, haciendo que Jimin se sobresalte.

—Mi señor — susurró.

Yoongi recorrió de arriba a abajo el hermoso cuerpo de Jimin. Su miembro pálpito dentro de sus pantalones. Entonces decidido comenzó a trepar sobre el peligris.

— Desde que te vi allá afuera danzando para mí, desee tenerte así...— dijo, acariciando con una mano la sonrojada mejilla de Jimin.

—Y ahora ya me tiene. Puede hacer lo quiera conmigo — respondió el menor, sentía a su cuerpo arder por la cercanía del mayor.

—Precioso — susurró Yoongi, para luego tomar sus carnosos labios en una apasionado beso.

Jimin gimió ante el contacto y correspondió encantado el beso. Llevo sus manitas hasta la nuca del emperador, acercandolo más. Acariciando con sus dedos los cabellos que se escapaban de la coleta que tenía.

El emperador bajó lentamente su mano hasta la cinta que unía la bata de seda, para desprenderla y así despojar al menor de aquella tela que impedía ver su total desnudez.

Siguió devorando la exquisita boca de aquel precioso chico, mientras abría completamente la bata, exponiendo el cuerpo ajeno. Rompió el contacto entre sus labios, para bajar su besos por el fino cuello.

— Aún no me has dicho tu nombre, cariño — dijo Yoongi, lamiendo y mordisqueando las clavículas del peligris.

— Soy Park Jimin — gimió. La lengua del emperador era realmente talentosa.

—Jimin, me gusta — respondió, bajando hasta uno de los sensibles botones del menor. Lamió y chupo el pezon izquierdo, mientras que torturaba el otro con sus dedos.

El peligris solo podía gemir y arquearse ante las placenteras sensaciones que le hacía experimentar Yoongi.

—Ah... Dioses — jadeó Jimin, al sentir que los besos de su emperador iban bajando por su abdomen, deteniéndose en el inicio de su intimidad.

—Eres realmente precioso, no pareces de este mundo — respondió Yoongi, depositando un húmedo beso cerca de la endurecida polla del menor.

Siguió bajando, hasta llegar a los gruesos muslos, donde comenzó a depositar húmedos besos. Haciendo temblar al peligris. Su pantalón de seda comenzaba a estorbarle, así que se levantó para sacárselo y de paso ir por el aceite que usaría como lubricante.

Jimin se apoyó en sus codos para observar que hacía el rubio. Se relamio los labios al ver completamente desnudo a su emperador. Recorrió con una mirada hambrienta el escultural cuerpo, desde su plano abdomen, hasta los firmes muslos. Luego subió su mirada hasta el endurecido miembro, deleitandose con él. Soltó un gemido, estaba ansioso por sentirlo dentro.

—¿Te gustas lo que ves, amor?— preguntó sensual Yoongi, acercándose de nuevo a la cama.

—Me encanta — gimió. Y esa respuesta le bastó al mayor para volver a besarlo.

Sus lenguas danzaban al compás de la otra.
Estaban totalmente entregados a la pasión.

Acostumbrado a los toques bruscos y toscos de su rey. Los toques de su emperador eran nuevos para él. Jimin nunca había sentido tanta delicadeza en su vida.

Yoongi con sus dedos humedecidos por el aceite y sin dejar de besar al peligris, tanteo la estrecha entrada. Sacándole un jadeo a Jimin.

—Relajate, amor — susurró el emperador sobre los labios ajenos — Prometo hacerte sentir bien — y profano el estrecho canal con uno de sus dedos, mientras depositaba tiernos besos por toda la cara de Jimin.

Pronto dos dedos más se sumaron a la tarea de dilatar al peligris, quién gemía a viva voz. Su punto dulce era torturado por los largos dedos de su emperador, provocando que se retorciera bajo él.

—Señor... Yoongi... ah... Ngh...— balbucea Jimin.

—¿Ya me quieres dentro?— preguntó, lamiendo uno de sus pezones y moviéndo más rápido sus dedos dentro del menor.

—Sí, por favor... necesito que te entierres profundamente en mí — respondió Jimin.

El emperador solto un ronco gemido y saco sus dedos del menor. Para posicionarse mejor.

Yoongi tomo su miembro y lo alineó con la dilatada entrada del peligris, entrando cuidadosamente en él. Una vez que estuvo enterrado hasta la empuñadura, se quedó quieto, esperando a que se acostumbrará a su tamaño.

—Te sientes tan bien alrededor de mí, cariño — murmuró Yoongi, y beso delicadamente los rechonchos labios del menor.

—Oh mi hermoso emperador, usted me llena tanto, jamás había sido expandido de esta forma. Su tamaño es asombroso — halago el peligris exitado.

En respuesta Yoongi movió sus caderas, saliendo del estrecho canal y deslizándose de nuevo en su interior. Jimin gimió ante la placentera sensación.

Una vez más, Yoongi se movió hacia afuera y le penetró hasta el fondo. Los movimientos profundos de sus caderas se hicieron cada vez más rápidos. Jimin subió sus piernas y le rodeó con ellas la cintura, sujetándose a él como si le fuera la vida en ello. Yoongi bajó el cuerpo atrapando el rígido miembro de Jimin entre sus cuerpos. Entre el pene que le penetraba profundamente y el roce de su erección entre sus vientres, Jimin se sintió transportado en las alas del placer. Yoongi golpeaba contra él y los sonidos esporádicos de los choques piel contra piel ahogaban en parte sus gemidos y gritos de placer.

—Ah... estoy tan cerca...— gimió Jimin, arqueando su espalda al sentir su próstata ser tocada con cada estocada.

Yoongi aceleró sus movimientos y comenzó a masturbar el pene que yacía entre ellos. Jimin gritó su liberación ante el extremo placer que sintió. Y con unas cuantas estocadas más, el emperador lo siguió, quien gimió ronco y libero toda su esencia dentro del menor. Marcandolo como suyo.

👑Imperial destination👑 || Yoonmin.Where stories live. Discover now