👑Imperial destination👑 || Yoonmin.

👑Seven👑

Y como Jimin lo supuso, el rey Jeon Jungkook se presentó esa misma tarde en la gran sala real.

Yoongi miraba aburrido a aquel hombre, aunque por dentro sintiera ganas de molerlo a golpes, pero debía controlarse. Después de todo un buen emperador nunca debía de perder la compostura.

—¿En que te puedo ayudar, Jeon? — preguntó.

—Vengo a buscar a mi concubino, señor — respondió firme.

El rubio soltó un bufido.

—Todos tus concubinos estan en sus aposentos asignados.

—Estoy hablando de Park Jimin — dijo entre dientes Jungkook —El concubino que usted eligió anoche.

—Ah, hablas de mi nuevo concubino, de mi futuro esposo — respondió tranquilamente Yoongi.

Jimin, quién estaba escuchando toda la conversación desde las sombras, soltó un jadeo ante eso. ¿Su futuro esposo dijo?

—¿D-de que esta hablando? — preguntó el rey —Usted no se puede quedar con mi concubino y mucho menos casarse con él. Jimin es mío —soltó enojado.

Yoongi rió sin gracia.
—Tú me lo entregaste anoche, Jeon. Por voluntad propia. Jimin ahora es libre de ti y pertenece a este lugar, a mi lado.

Jungkook apretó los puños enojado. Esto no podia estar pasándole.

—Era solo por una maldita noche. Él ni siquiera tenía que estar entre las opciones, porque es mi concubino principal, prácticamente mi esposo.

—Que yo sepa, no hay ningún papel que diga que él es tu esposo. Así que él puede casarse conmigo — respondió con una sonrisa burlona — Además tú nunca específicaste que sería solo por una noche, y estoy seguro que merezco más que solo eso, por todo lo que he hecho por ustedes.

—¡Yo ni siquiera quería darte esa ofrenda!— grito furioso Jeon — ¡Dame a Jimin, maldita sea!

Sus gritos alertaron a los otros reyes que vinieron enseguida a ver lo que sucedía.

—No te voy a dar nada, Jeon. Y creo que deberías medir la forma en la que me hablas. Soy tu emperador y me debes respeto — soltó Yoongi.

— Quiero a mi concubino, no pienso irme de aquí sin él.

— Me estas haciendo enojar — dijo Yoongi, masajeando su frente.

—Yo solo quiero lo que es mío.

—Si sigues insistiendo con lo mismo, pagarás muy caro, Jeon Jungkook — lanzó el emperador.

—¿Ah sí? — dijo burlón el rey.

—¿Acaso quieres que quite la protección que hay sobre Busan? — respondió Yoongi.

Jimin se sorprendió ante eso y estaba apunto de ir y reclamarle al emperador sobre su advertencia, después de todo su pueblo no tenía la culpa de nada. Pero la risa sarcástica que lanzó Jungkook lo detuvo.

— Oh, eres tan cobarde que quieres usar tu influencia para quedarte con Jimin — dijo burlón Jeon.

— ¿Y que sugieres que haga? Dímelo señor valiente — retó Yoongi.

—Por qué no mejor solucionamos esto como hombres. Una lucha de espadas tal vez ¿acepta el reto, magnificencia? O prefiere ganarse a mi concubino de forma sucia, utilizando su trono.

Yoongi tensó la mandíbula. Sabía que eso de amenzar con quitar la protección a un pueblo inocente era muy bajo. Pero no pensaba entregarle a su preciado peligris a ese hombre cruel. Aunque él solo luchaba si era estrictamente necesario. Pero creía que ganar la libertad de Jimin de manera justa era necesario. Así que tendría que aceptar el reto.

—Acepto, Jeon — respondió Yoongi, sacando sonidos de asombro de todos los presentes — Pero si yo gano, no solo perderás a Jimin, sino también tu corona de rey. Porque Busan se merece a alguien mejor gobernandolo.

—Y si yo gano, además de llevarme a mi concubino. Tú tendrás que darle protección gratis a mi reino, exoneraras todo el pago — se atrevió a pedir.

—Claro — dijo Min, sonriendo — Esta noche, una hora antes de la medianoche, nos enfrentaremos amparados por el brillo de la luna.