"Baby" 彡₊̇ KookV

彡15

“Será mejor que nos vayamos ya.” Namjoon arreglo su traje para luego salir del baño seguido de TaeHyung.

Yoongi fulminó con la mirada al mayor de todos, pero cuando salió el peli azul suaviso su mirada y se acercó a el para revisar si había alguna herida o pista de que algo se había salido de control, cosa que no encontró.

“Estoy bien, Yonnie” Rio enternecido el menor. Le gustaba que su mejor amigo se preocupara por el, pero aveces podía pasarse de sobre protector.

“Menos mal...” Sonrió, y le dió una mirada a Namjoon, que estaba apoyado en la pared cerca de ellos.
“¿Porque sigues aquí?.” hablo tosco.

“Uh, cierto.” Tomo ambas manos del tez pálida que sintió una corriente eléctrica una vez tuvo roze con la piel de su mejor amigo.
“Debo irme, Yoongi, pero te veré en unas horas, ¿Está bien?”

“Esta bien...” Murmuró cohibido.
TaeHyung era más pequeño que el por altura y edad pero este de alguna manera lograba que se sintiera intimidado por el.
Siempre que estaba a su lado se sentía nervioso, no podía pensar antes de actuar, simplemente lo hacía y se sentía aterrado por eso, porque si se trataba de Kim TaeHyung, el haría cualquier cosa sin dudar.

“Hasta luego, Gatito.” Se despidió, pero antes de alejarse demasiado corrió de nuevo hacía el para abrazarlo por unos pocos segundos, y volver a irse.

Yoongi rio con ternura mientras observaba como se alejaba junto con Namjoon.

Namjoon golpeó la puerta de metal con un ritmo específico.
Era una de las miles de claves que se había aprendido cuando se unió al equipo de Wonho.

TaeHyung elevó una de sus cejas, y lo miro curioso, esperando una explicación de su parte.

“No soy solo un presentador.” Respondió sin dar más detalles, ocultando sus manos en los bolsillos de su pantalón formal.

“Ya veo...”
La puerta fue abierta y rodeo los ojos al ver a Daniel resguardando la entrada.
Cómo odiaba a ese tipo.

Comenzaron a caminar por el angosto pasillo, pero se sorprendió al notar que Daniel no se movió en ningún momento, es más, ni siquiera le dirigió una mirada.
Eso significaba que algo grave estaba pasando hoy.

Caminaron en silencio hasta llegar a la sala de reuniones que se ubicaba en el subterráneo del club.

Namjoon tocó la campanilla que estaba colgando al costado de la puerta de la habitación.
Esperaron unos minutos hasta que un hombre fornido abrió la puerta, dejándolos entrar.

“Oh, mi muñeca llegaste.” Wonho se acercó a el dando grandes pasos para tomar su mano con suavidad, se notaba bastante feliz, lo que le aterraba.

“Ahora que estamos todos, puedo dar está maravillosa noticia.” Camino hasta la mesa vieja de madera que estaba en el centro del salón.

Se subió encima de ella para obtener un panorama amplio que le servía para observar a todos a sus empleados.
“Como sabrán, siempre quise expandir mi negocio en el extranjero... Y al fin lo logré” Casi todos los presentes en el salón gritaron y silbaron eufóricos por la noticia.

“Calmense señores, se que están emocionados.” Rio con prepotencia, mirandolos sobre el hombro.

“Abriremos un club más grande con muchos más ingresos en Nueva York. También vamos a comenzar las ventas privadas de chicos.” Todos los menores soltaron un jadeo, aterrerorizados, no querían ser vendidos a hombres desconocidos.

“Mañana haremos un recorte de personal, elegiré quien será ascendido al nuevo club, y los que ya no me sirvan... Serán ejecutados.” El ambiente quedó completamente en silencio, como si con el mínimo comentario Wonho los mataría cruelmente.

Como nadie dijo nada el mayor pudo tomar como finalizada la reunión. “Ya pueden retirarse. El bar estará abierto para todos, vayan a relajarse y disfruten, que mañana estaremos con todo.”

Comenzaron a salir entre grupos, y Taehyung se metió entre uno de ellos para tratar de no ser visto por su jefe, pero fallo estrepitosamente.

“V, ven aquí.” Lo llamo con voz autoritaria, haciendolo brincar en su lugar.
Le dió una mirada temerosa a Seokjin que lo esperaba afuera, y este entendió inmediatamente que su amigo no saldría en un buen rato si es que se trataba de lo que él creía.

Se acercó a Wonho que lo miraba con una amplia sonrisa en su rostro. “Necesito hablar contigo, muñequita.” Acaricio su cabello, y tomo su mano para guiarlo a su oficina privada en el primer piso del club.

Se sentaron en un gran sillón que estaba en la esquina del cuarto oscuro.
“Ire directo al grano, ya que tengo algo que hacer luego.” Se inclino hacia Taehyung, intimidandolo, pero este ya habría aprendido a disimular su miedo hacia el a través de los años.

“Dilo ya” Quería acabar rápidamente con esto. Prefería mil veces emborracharse con un desconocido que seguir estando en compañía de su padre.

“Si lo siento.” Soltó una risa ronca, y apoyo su mano en su pierna. “Quiero que vengas conmigo a Nueva York, después de todo, tu ayudaste mucho en esto.” Acaricio sus cabellos azulados con suavidad. “Si no hubiera sido por tu cuerpo, no habríamos conseguido más clientes.” Beso su mejilla, para luego levantarse del sofá.

“Mañana necesito que vengas en la noche con tus pertenencias, ya que luego de abrir el lugar por última vez, nos iremos a primera hora.” Camino hacia la puerta del cuarto, pero antes de salir se volteo para lanzarle un beso a su hijo.
“Nos vemos, descansa, precioso.”

Taehyung saco su celular de su bolsillo, y prendió la pantalla de este.
Pudo ver las llamadas perdidas de JeonGguk, y unos mensajes de Seokjin que le preguntaba si se encontraba bien, pero no contesto ninguno.

No quería hablar con nadie, no quería aferrarse a ellos nuevamente.
Tenía que dejarlos ir.

Nueva York tal vez no seria tan malo.