Existir por amor {ChanBaek/BaekYeol}

Capítulo 3: El corazón de un rey

"Y entonces me tomaste y todo en mí comenzó a sentirse como si perteneciera, como si todo el mundo necesitara un hogar.

Y cuando tomo tu mano, como si el mundo nunca hubiera tenido un hombre...

Sé que no puedo curar el dolor, pero te sostendré aquí para siempre, si puedo..."

BaekHyun supo después que fue JongIn quien buscó a ChanYeol y los demás, presintiendo que algo no estaba bien, y los guio por donde vio que Song se lo había llevado. Nunca podría agradecer suficiente a su amigo por esto, el moreno estaba indignado y enojado como nunca y ChanYeol... ChanYeol estaba fúrico, sus ojos parecían dos llamas, ardiendo lentamente mientras planeaba su venganza.

Song Kang Ho fue condenado a muerte por traición a la corona y agresión al consorte del rey, BaekHyun no estuvo en la ejecución, a pesar de todo lo que le hizo el hombre, él no soportaba nada que tuviera que ver con torturas y condenas. ChanYeol se había encargado de todo lo referente a eso.

Los días siguientes a esos BaekHyun no había sido dejado solo ni por un segundo, JongIn se rehusaba a dejar su lado, además ChanYeol había asignado a cuatro guardias para que estuvieran con él día y noche, BaekHyun se sentía un poco abrumado por eso.

De igual forma su esposo estaba con él lo más que sus deberes lo dejaran, en esos días ChanYeol comía todas las comidas con él, lo llevaba hasta sus clases y lo acompañaba en su paseo matutino todos los días. Los primeros días BaekHyun había estado receloso de salir de sus habitaciones por lo que ChanYeol se sentaba con él y le hacía compañía en lo que estuviera haciendo y a pesar de que este era de pocas palabras su presencia lo tranquilizaba.

Un día ChanYeol había tomado su mano y lo había llevado fuera de sus habitaciones, BaekHyun curioso lo había seguido solo para quedar maravillado al ver que este lo había guiado hasta la biblioteca real. Contempló todo sorprendido, la biblioteca real de Pyro era tres veces más grande que la de Aselia, BaekHyun había estado tan agradecido que sorpresivamente había saltado a los brazos de su esposo y le había agradecido a través de risas alegres, ChanYeol solo había sonreído tenuemente y lo había estrechado en sus brazos.

Desde ese momento BaekHyun había pasado sus días en la biblioteca del palacio, leyendo y leyendo sin parar y una noche cuando ChanYeol se había sentado a sus pies y le había pedido que leyera en voz alta mientras recostaba su cabeza en sus piernas, BaekHyun había sentido su corazón derretirse un poco.

En esos momentos, casi una semana después del accidente, BaekHyun se encontraba en el puente del socavón perdido en sus pensamientos de todo lo que había ocurrido en esos días. Ese día Joy lo había vestido con una túnica color azul cielo, sencilla pero bonita, sus siempre botas de cuero y solo su anillo de bodas como accesorio. Irene, uno de sus guardias personales estaba a unos metros de distancia con su vista siempre en él y su cuerpo alerta por cualquier peligro. ChanYeol le había asignado tres guardias hombres y una mujer, sorpresivamente estos respondían ante ella, al parecer la mujer era uno de sus mejores guerreros, una teniente, respondiendo nada más al general de los ejércitos de ChanYeol y mano derecha junto a KyungSoo, Oh SeHun y ante el mismísimo ChanYeol.

Mas a pesar de todo la verdadera razón por la que lo había asignado como su guardiana, además de las obvias, era porque ChanYeol en su extrema posesividad no quería algún hombre con él en sus habitaciones, los únicos permitidos a parte de él solo eran JongIn y KyungSoo, del resto su celoso esposo no permitía que entraran a sus habitaciones.

Y como si lo hubiera indicado en su ínfimo pensamiento de él, Do KyungSoo apareció por el pasillo y caminó por el largo puente hasta donde estaba, este hizo una reverencia corta.