Capítulo 7: Huyendo del pasado

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- Tan solo llevas unos dias en esta escuela, y ya andas buscando problemas - La voz ajena y pesada se escucho desde lejos, como si de un echo en su cabeza se tratase, que retumbaba en sus paredes causando un malestar incomodo en su privacidad.

Se escucho un gruñido hondo provenir de la chica mostrando de esa manera los colmillos, quien en su inconsiente volvía a encontrarse con su compañera de tanto tiempo. Con esa compañera que habia querido dejar atras con tanto esfuerzo, sin podersela despegar de su mente, tratandose de un plaga incesante que siempre regresaba cuando menos lo deseaba, pero tan util que le era para su gran disgusto. 

-Te ves tan patetica recibiendo esos golpes tan débiles, en serio, has dejado que te saque sangre - La voz volvió a molestar pulsando esos botones que sabia que activaban la rabia de la castaña como ninguna otra persona o ser podria hacer, tentando los limites que esta tuviera soportando esta vez; como un niño pobrando el limite de su madre antes de explotar en gritos y desesperación forzada.

- Callate, sabes muy bien que no puedo hacer lo mismo que en la escuela anterior - La chica en su idioma natal murmuró fastidiada, dejando el japones fluir sin ningúna preocupación de tener que explicar lo qeu cada palabra significama, como tenia que hacer varias veces en su nuevo hogar en Inglaterra. Abriendo los ojos en el proceso, llevando su vista hacia su compañera de conversación en esoso momentos. Deseando con toda su alma no tener que volver a necesitar de ella o verla si quiera, era como esa persona que entraba a tu vida, y no huberia forma de sacarla sin importar que tan cansado de ella estuviera. Porque mira que lo ha intentado bastantes veces, pero era como cavar su propia tumba, una y otra vez en un circulo vicioso.

Una vez sus ojos dejaron entrar su alrededor, se percato que se encontraba en una habitación de una oscuridad interminado, tal cual el interior de un hoyo negro en el espacio. Solo la iluminación de alguna escencia de luminosidad reposando encima de ella y quien o que estaba frente a ella. El pelaje de la contraria era negro con manchas blancas distribuidas por ciertas partes de su cuerpo, tal cual la noche estrellada sin luna presente. Su cuerpo tenia la elegancia y delicadeza de un animal, mientras que... sus rabos? y sus orejas eran de otro, tal cual su tamaño que era lo contrario de su forma debida. Sin embargo una estrella era visible en el centro de su rostro, justo en la frente entre medio de dos visibles cuernos. Más sin contar de las alas que se expandian de su espalda con un toque de pereza.

Este era un alfa, entre dos combinaciones de animales. Los cuernos y las alas, son una historia experimental para otro momento. Este mantenía su mirada fija en la castaña; una mirada que dejaba ver desaprobación, decepción y un tanto de molestia. Sus iris calculantes, y finos como los de un dragon? Felino?... Era aún algo confuso para la misma chica, que con ironía se reía entre lo bajo, sabiendo muy bien que ni ella misma se entendia del todo lo que era.

- Solo muestrales quien eres de verdad - Este musito entre dientes demandando su debido nivel por la humillación que tuvieron que pasar tan penosamente por culpa de la voluntad de la castaña, en no querer herir a más nadie en su paso, como habia hecho anteriormente - Exige el respeto que te merecéis - Este fruncio el ceño irritado por la actitud negligente de la contraria, comenzó a dar pasos lentos y pesados; que ocacionaban un vibrar en aquel piso fantasmal, hacia la chica.

La castaña sacudió la cabeza cerrando los ojos con fuerza y desviandola hacia abajo- No quiero volver al pasado - fue lo unico que comento en negación y tercadez, sintiendo como su cuerpo comenzaba a temblar de escalofrios recordando cuanta sangre manchaba sus manos, y cuantos recuerdos morbosos e nauseaticos se escondian en su sombra. Sintiendo cada vez aquel animal salvaje cortar la distancia entre ellos, que con tan solo un gruñir desgarrador la hiciera levantar la vista hasta este instantaneamente, para solo ver como este le brincara encima, con los colmillos presentes; ligas de salivas bajando de estos, y las patas delanteras flexionadas de una manera que las garras fueran más visibles.

Amor timidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora