gods & monsters » l.s [traducción]

II

Seven Devils - Florence & the Machine

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Él está en una misión.

Entra en la biblioteca, abriendo la pesada puerta de madera que saca una ola de páginas mohosas, alfombras sucias y tinta rancia. Es algo acre y asqueroso y le pica las fosas nasales de una extraña manera, pero lo ignora, con la mirada atenta, buscando. Sin decir palabra, se desliza hacia la parte trasera de la gran sala.

Vio a Harry Styles entrar aquí, es la cosa. Él sabe que está aquí en alguna parte. Solo tiene que encontrarlo, eso es todo. Entonces comienza el juego.

Las suelas sucias de sus Vans chirrían un poco cuando pasa junto a filas altas e interminables de libros polvorientos con lomos agrietados, astillados y que se desvanecen bajo una luz tenue que se sofoca. La alfombra huele a papel viejo y estancamiento, crujiendo bajo sus pies y enviando pequeñas bocanadas. A pesar de ser de naturaleza azul, en realidad es alarmantemente parduzca- algo que nunca antes había considerado posible, pero ... Bueno. Los pisos públicos son probablemente la única excepción al arte y a todos sus propósitos. Parece y huele a largas y aburridas noches llenas de ansiedad, silencio, un poco de estrés y de pánico. Y aunque, es cierto, no ha estado en muchas bibliotecas (incluso cuando estaba en la escuela, nunca fue muy ... erm ... académico, digamos), se puede imaginar que esa es probablemente la vibra general de ellas, una especie de agitación interna tranquila. Una especie de caos contradictorio.

Sin embargo, le gustan- las bibliotecas, eso es. Le gusta la idea de que en una sola habitación existen miles de pequeños universos, encuadernados en cuero y posados en silencio en los estantes. O tal vez son las bibliotecas mismas las que son en realidad los universos, que albergan galaxias y mundos y estrellas moribundas y agujeros negros y enanas rojas, sin ser descubiertos y tocados. Existiendo más allá de la superficie, para que no sepas que todo está allí ...

En cualquier caso, es un pensamiento genial. Un universo en un universo. Quizás el mundo es una biblioteca. Quizás Louis es solo otro libro en el estante. Huh.

Es una especie de pensamiento reconfortante. Louis ama los libros, ama las palabras de otras personas. Le encanta escucharlas ser cantadas en sus canciones favoritas, le encanta garabatearlas, tallarlas y pintarlas, y le encanta repetirlas en una cadencia suave cuando el mundo se vuelve un poco demasiado cacofónico. Los libros son bonitos. Le encanta leer. Le encanta la forma en que las personas forman oraciones y usan sus vocabularios para decir toda la mierda que no puede.

"Vivir es lo más raro ..."

Pero, de todos modos. Tiene negocios que atender.

Ignorando, francamente, las risitas repugnantes y las miradas de los estudiantes y el personal, continúa adelante. Mira más allá de todos los libros y galaxias, pasando por encima de las innumerables cabezas que ocupan las largas mesas rectangulares que se encuentran en los espacios abiertos de la habitación oscura con muy pocas ventanas y demasiadas partículas de polvo. Busca una doblada cabeza con rizos y auriculares, busca al chico, su chico, su objetivo.

Él continúa dando vueltas, con los ojos penetrando a través de los densos grupos de estudiantes, bien vestidos, inteligentes y arrogantes, hojeando sus iPads y Macbooks y citando a Bukowski. Él entrecierra los ojos un poco, solo dando vueltas y vueltas y buscando (porque ¿dónde diablos está este chico?). Disfrazado y oculto y cada vez más frustrado y un poco hambriento. Toda esta jodida cosa es ridícula.

Dios, las cosas que hace por Liam Payne y su sonrisa ... Frunce los labios al pensarlo.

Ojos en el premio, Tommo. Ojos en el premio.