Capítulo 14

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Cuando llegaron nuevamente al rancho, Trent fue a reunirse con su esposa y Bárbara en la biblioteca, y Harry subió a su habitación, donde encontró a Louis caminando de un lado a otro.

—¿Intentas hacer un agujero en la alfombra?— preguntó.

—No, solo estoy pensando— contestó el castaño, se sentó en el sofá con expresión preocupada —¿Has visto los caballos de el cuñado de Trent?

—Algunos— Harry se sentó en el borde la cama.

Sabía que se había ido bruscamente, dejando allí solo a Louis. Pero, de algún modo, sentía que todos aquellos inquietantes pensamientos sobre el matrimonio y la familia giraban en torno a el hombre que estaba sentado frente a él. Y eso lo asustaba.

Desde que Louis empezó a trabajar para él, dos años antes, no sólo sus negocios, sino también su vida personal, habían fluido con gran suavidad. El año anterior a encontrarlo, había tenido cinco secretarias. Intuía que encontrar una esposa adecuada sería mucho más fácil que encontrar una buena secretaria. Y no estaba dispuesto a arriesgar lo que tenía siguiendo un impulso de locura o cediendo al absurdo deseo que sentía por el castaño en algunos momentos.

—¿Que quieres hacer antes de comer?—preguntó nuevamente Louis—¿O tienes algún plan ya? —miró su reloj—Aún tenemos una hora y media libre.

—Tu haz lo que quieras—Harry se tumbó en la cama—Yo creo que me voy a echar una pequeña siesta —era hora de recuperar y mantener la distancia con él. Cerró los ojos, demasiado consciente de su presencia en el dormitorio.

—De acuerdo, entonces nos vemos en el comedor.

Harry gruñó una ambigua respuesta. Oyó que Louis se levantaba y sintió que lo miraba. Luego oyó sus pasos mientras salía del dormitorio. Suspiro aliviado, esperando que el aroma de su perfume se fuera con él.

Cuatro días más y aquella loca semana habría acabado. Cuanto días más y estarían de vuelta en Great Falls. Sin duda, podría superar aquellos cuatros días, podía seguir simulando ser su marido a la vez que se mantenía lo suficientemente distanciado de Louis para no poner en peligro su relación de trabajo.

Y, durante los días siguientes, Harry logró mantener las distancias. Siguió interpretando su papel de marido feliz, aún que notó que Louis sentía con toda claridad su distanciamiento. Vio preguntas no formuladas en sus ojos, pero no las respondió. ¿Que sentido habría tenido confesar que le gustaba su asistente? Sobre todo por que no tenía intención de hacer nada respecto a sus sentimientos por él.

Los únicos momentos en los que se tocaban eran mientras dormían. Cada noche, a pesar de que Harry se proponía que no fuera así, sus cuerpos buscaban la calidez y el placer de tocar al otro. Y cada mañana despertaban abrazados y se apartaban como si aquel contacto los quemar.

Para el sábado por la tarde, Harry se felicito en silencio por un trabajo bien hecho. No solo había engañado a Brody y a Bárbara, sino a las demás parejas y, además, él había logrado dejar a un lado sus extraños sentimientos por Louis. Aquellos momentos de deseo, aquella loca necesidad de abrazarlo, de besarlo, habían pasado y, al día siguiente a primera hora, regresarían a la ciudad, de vuelta a sus vidas normales y separadas.

[...]

Dedicó a Louis una confiada sonrisa mientras empezaban su última sesión  privada con Bárbara. Como había hecho durante toda la semana, se sentaron en la mullida alfombra que había junto a la chimenea mientras Bárbara ocupaba un sillón a cierta distancia de ellos.

—He disfrutado mucho trabajar con vosotros dos durante esta semana—habló Bárbara—Dentro de unos días le enviaré un breve cuestionario.

—También ha sido una semana estupenda para nosotros, Bárbara—dijo Louis. Harry asintió, satisfecho como siempre con el encanto natural del castaño.

Esposo perfecto ➳ larry stylinson TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora