Capítulo 11.

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UN ALMA ANDANTE.❞

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¿Aún sigues estudiando? —la pregunta proveniente de la pequeña figura femenina sobre la ventana de la habitación del concentrado niño pelirrojo, provocó que este girase a verla, incluso dejando de lado el libro que anteriormente leía.

Dijo que no me dejaría salir con Kanato y Laito hasta que termine —comentó él con cansancio al levantarse de la silla de su escritorio e ir hasta donde se encontraba la niña y ayudarle a entrar en su habitación con cuidado.

Los traería a jugar, pero el ruido nos delataría —agregó la pequeña azabache encogiéndose de hombros al estabilizarse en el suelo—. ¿Quieres que te ayude?, he estado estudiando para impresionar a alguien —habló tomando asiento sobre el escritorio donde Ayato tenía sus libros y lápices.

—¿A quien tendrías que impresionar? —espetó el niño con desagrado al sentarse en su silla ante ella.

¿Estás celoso, Ayato? —preguntó Alicia con diversión a la par en que columpiaba sus piernas colgando del escritorio.

¡Que asco, no! —chilló sacudiendo su cabeza. En cuestión de segundos oyeron la voz de una mujer gritar.

"¿Que estás haciendo, Ayato?"—ambos niños se miraron entre ellos con los ojos bien abiertos. Sabían que si Cordelia los atrapaba, tendrían un horrible castigo.

¡Estoy estudiando Biología! —avisó el pequeño esperando ser oído por su madre, y también haber sido convincente. No escucharon algún otro grito de la mujer, tampoco algo que indicara que esta estuviese aproximándose.

Eso estuvo cerca —murmuró Alicia en un suspiro—. Intenta no hablar tan fuerte, Bobo.

—¿A quien le dices "bobo", niña ingrata? —se quejó—. Yo soy el...

Si, si —le interrumpió ella rodando sus ojos color carmín—. Ya me se tu numerito ese donde te presentas como la gran cosa.

Eres insolente y tonta.

Bien, si quieres me voy de aquí —con despreocupación, la de larga cabellera bajó del escritorio encogía de hombros.

Bien. Vete —Ayato desvío su mirada mientras cruzaba sus brazos sobre su pequeño pecho. No quería que ella se fuera, pero él no era de rogar. Alicia en cambio sonrió de medio lado para abrazar al niño por la espalda, enredando sus brazos sobre los hombros del pelirrojo.

Venga, no hace falta que escuche tu voz interior para saber que quieres que me quede.

Sueltame —ordenó aún con la mirada apartada y su mentón en alto.

𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝 ━━ ♱ Diabolik Lovers ♱ [TERMINADA]Where stories live. Discover now