Capítulo 4.

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Alrededor de las 6:00p.m. un chico estaba tocando el timbre de la casa de sus padres...


–Hijo, que bueno que llegas. Estoy terminando de cocinar, acompáñame– dijo una señora de semblante amable.

–Gracias madre, ¿En que te ayudo?.

–Solo toma asiento y cuéntame ¿Qué hay de nuevo? ¿Alguna chica?.

–Ninguna que valga la pena mencionar, ¿Por qué siempre sacas ese tema?

–Mi pequeño YiBo,–toca el cabello su hijo,–no lo hago por molestarte simple curiosidad de madre.

–Perdona madre,–agacha la cabeza

–No te preocupes, pásame la sal.

🐇

Siguieron preparando la cena, por la ventana de la cocina se alcanzaba a ver la casa de la familia Xiao. YiBo seguía platicando con su madre pero desviaba la mirada a aquella casa, su madre lo conocía perfectamente, el hecho de que su hijo hiciera tal cosa le daba algo de curiosidad.

–Los Xiao son personas muy amables,–comentó su madre.

YiBo dio un trago de saliva,–¿Ah si?, ¿Les hablas?.

Su madre se preguntaba el peculiar interés de su hijo pero le siguió la corriente... –Claro, somos vecinos desde siempre, naturalmente nos hablamos. ¿Sabías que son maestros? Bueno, el señor falleció hace años es una lástima que no verá en lo que se convertirá el pequeño Zhan.

–¿El pequeño?,– dijo sarcásticamente arqueando una ceja.

–Si es un buen muchacho, será un gran cirujano. Le tengo fe.


"Mi madre le tiene fe, ¿acaso solo esta hablando para sacarme información?. Genial mi propia madre, se burla de mí".


–Así que un cirujano, no recuerdo haberlo visto. Mmm... Huele delicioso, ¿madre acaso es mi pastel de vainilla?

–Era sorpresa pero el aroma no puede disfrazarse, ¿cierto?.

–¡Va a estar delicioso!

La señora Wang sacó el pastel del horno, realmente olía delicioso, colocó chocolate blanco de cubierta y decoró con perlas doradas. YiBo no podía resistirse, quería un bocado. La repostería nunca había sido del agrado de él pero ese pastel de su madre era su perdición. Siguieron con la cena:

–¿Por qué mi padre no está en casa?,–esa pregunta quería hacerla desde el momento en que llegó.

–Tuvo que ir a Japón para atender un negocio, ya sabes tu padre supervisando todo. Y bien ¿Qué tan grande querrás tu rebanada?.


"¿Por qué quiso cambiarme el tema tan rápido? Bueno muero por ese pastel"


– Rebanada doble por favor,– respondió un sonriente YiBo.

–Sale rebanada doble para mi pequeño.

Antes de despedirse YiBo le pidió a su madre que por favor le alistara un par de rebanadas extra. Petición que la dejó sorprendida, pues siempre suele poner sólo una. –Toma hijo tus rebanadas, que tengas linda noche. Ambos se dieron un fuerte abrazo y se despidieron alegremente.

🐇

Al partir YiBo se estacionó afuera de la casa de los Xiao, su corazón latía tan fuerte, "tocaré y Xiao saldrá, ¿y si no sale él?, Ah no podría tener mala suerte hoy ¿oh si?". Caminó hacia la casa, tocó el timbre y como sospechaba: Salió la señora Xiao, su cara trasmitía una gran tranquilidad pero eso no importaba ya que YiBo sentía que se le había salido el corazón de los nervios.

¿Accidente o Destino?Where stories live. Discover now