Capítulo 4

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Ya era un nuevo día y Nayeon estaba llegando al colegio. En el camino se preguntaba si Jihyo iba a seguir siendo la chica inocente y tímida que todo el mundo creía, o si su personalidad iba a ser como la de la niña que le escribió esas cosas ayer. Esperaba con todas sus ansias que fuera la segunda opción, lo encontraba.. interesante. 

Al llegar a la puerta de su sala dos chicos la saludaron con una sonrisa de oreja a oreja a la vez que la abrazaban.

-Hola, bunny, ¿cómo estás? -Taehyung sonreía mostrando su linda sonrisa cuadrada.

-Pero qué guapa está nuestra amiga hoy. Por ti me hago hetero. -Bromeaba Jungkook.

-Hola, chicos, me alegra verlos también. -Nayeon les devolvía la sonrisa. 

Taehyung y Jungkook eran amigos de Nayeon de su mismo curso. Se hicieron cercanos hace unos años cuando ésta los vio juntos y notó que en sus muñecas tenían unas pulseras con la bandera lgbt. Ellos eran pareja. Desde ese entonces son amigos, pues tenían un tema en común, además de que la pasaban bien estando juntos.

-¿Se puede saber por qué en los recreos y en la hora del almuerzo no los encuentro? -Nayeon les dedicó una sonrisa pícara. 

-Pues básicamente nos vamos a los baños a "comernos". -Taehyung le devolvió la sonrisa. 

-¡T-Tae! -Jungkook se tapaba la cara con las manos, estaba claramente sonrojado.

-Okey, tampoco necesitaba tanta información. -Se reía Nayeon.- Desde que te fuiste de intercambio a Chile no dejas de usar sus modismos.

-Deberías ir, es hermoso, pero no tanto como mi bebé. -Taehyung besaba la mejilla de su novio.

Jungkook soltaba pequeñas risitas mientras Nayeon los veía feliz. A veces si le gustaría estar en una relación de nuevo. 

-Bueno, bunny, vamos a entrar, ¡nos vemos después! -Taehyung y Jungkook entraban a la sala.

-Nos vemos, chicos. -Les dijo Nayeon. 

La chica se quedó un rato parada fuera de la sala mientras pensaba en lo que se preguntó en el camino. ¿Jihyo cambiará su actitud a como es de verdad o seguirá fingiendo? Porque a Nayeon ya le quedó claro que la nueva no es como actúa, y esperaba que cuando entrara ella fuera como la segunda opción que había planteado. Que su personalidad sea como la de la chica que le escribió esas cosas ayer. 

Esperanzada entró a la sala, pero se decepcionó al notar que cuando Jihyo la vio apartó la mirada de inmediato. Al parecer esa chica no iba a mostrar su verdadero ser en público. En parte eso molestaba a la mayor, pues quería que la menor le hablara de esa misma forma en cualquier parte, pero a la vez le gustaba, pues eso significaba que solo ella podía verla de esa forma.

Una sonrisa se formó inconscientemente en su cara a la vez que se sentaba en su puesto. Sintió que alguien la estaba viendo y efectivamente, Park Jihyo la estaba viendo también con una sonrisa. Se quedaron viendo por unos segundos hasta que Jihyo se sonrojó y apartó la mirada. A Nayeon le gustaba el rumbo que estaba tomando esto. 



Después de la primera clase todos salieron al patio, mientras que Jihyo se quedó en su puesto leyendo. Nayeon decidió acercarse.

-Por lo que veo siempre le mostrarás a todos que eres tímida, ¿eh? -Nayeon se sentaba en su mesa.

-No sé de que estás hablando. -Jihyo hablaba inocentemente, algo que a Nayeon le encantaba. 

-Tal vez todos piensen que eres así, pero se te olvida que yo sé cómo eres en verdad.

Jihyo sentía sus mejillas calentarse, estaba muy nerviosa en ese momento.

-B-bueno.. como digas. -Jihyo se levantó con dirección a los casilleros para guardar el libro de la primera hora. Nayeon fue tras ella.

-¿Pero sabes algo? Me gusta que solo me muestres a mí tu verdadero ser. Me gusta que solo conmigo seas juguetona y traviesa. -Le dijo Nayeon en la oreja a la menor que tenía de espaldas frente suyo. Pudo sentir como a ésta le dio escalofríos con sus palabras.

Nayeon recordó ese vídeo de K-Pop donde un chico daba vuelta a una chica contra los casilleros y pensó en hacer lo mismo. 

-¿Ah? ¿Qué tienes para decirme, pequeña? -Nayeon la volteó y puso su cara lo más cerca posible del de la contraria.

Jihyo se sobresaltó. Podía sentir como su corazón palpitaba a mil por hora que juraba que se saldría de su pecho. Además que con cada palabra que su mayor le decía se ponía más nerviosa.

-T-te equivocas.. -Fue lo único que se le ocurrió decir a Jihyo.

-¿Con que me equivoco? ¿Eh, pequeña?

-S-sí, y-yo no soy como piensas. 

-¿Cómo pienso yo que eres tú?

-Y-yo, n-no soy atrevida y.. no soy lesbiana. -Jihyo se arrepintió por haber dicho eso último. Era obvio que su mayor ya se había dado cuenta, pero quería seguir negándolo.

Nayeon soltó una carcajada. 

-¿Con que no lo eres, eh? ¿Entonces por qué estás tan sonrojada y nerviosa ahora?

Jihyo no dijo nada.

-Apuesto a que hasta estás excitada con las palabras que te digo y que yo esté tan cerca de ti. -Nayeon sonreía pícara. 

-¿Q-qué? ¿Cómo puedes d-decir eso? -Jihyo abrió los ojos.

La mayor, con tal de ponerla más nerviosa de lo que estaba, acercó su boca a la de la menor, dándose cuenta de que ésta cerró los ojos.

-Nuh uh, nada de besos hasta la primera cita, pequeña. Es por eso que después de clases te invito a salir. No faltes. Hasta entonces, bebé.

Nayeon salió de la sala dejando a Jihyo en shock. Seguía con las mejillas sonrojadas y con los latidos a mil. Pero lo más importante, la dejó confundida. ¿Seguía con ganas de solo usarla para sacarla del clóset o se estaba enamorando? Porque Jihyo sin duda estaba como la segunda opción. 


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