14;15

9.2K 1.4K 681
                                    


☾ 





Jungkook es lanzado con fuerza, lo suficiente como para que su espalda choque con la pared del fondo, haciéndolo perder el aliento y caer de rodillas al suelo, jadeando por aire.

Aún así, no se rinde, empuña las manos en el suelo alfombrado e ignora el ardor de sus rodillas que provocó el golpe. Aprieta la mandíbula en un intento de mitigar el dolor y levanta el rostro, su corazón cayendo de tristeza tan pronto lo ve, pensando que es la imagen que tiene frente a él la causa principal de su dolor.

—T-tae...

—¡No! —Le grita Taehyung, las manos del chico temblaban y cinco colas se movían alrededor de él. Tenía las mejillas calientes, lágrimas deslizándose por estas—. N-no te acerques —ruega con su voz rota, y estira sus brazos para colocarlos al frente, como si intentaran crear una distancia entre ellos—. No te acerques, por favor, no te acerques, Kookie, no quiero hacerte daño.

Jungkook comenzó a llorar, sintiendo la aflicción contraria como suya, el aire oliendo a algo deslucido, opaco.

—N-no lo harás, por favor —ruega con su voz pendiendo de un hilo, más se queda quieto en su lugar, pensando qué era lo que tenía que hacer para permitirse estar cerca del mayor—. Déjame ayudarte, por favor...

—M-me arde... —le dice, tocándose el pecho, con una mueca de dolor en sus labios—. D-de verdad no quiero dañarte, Kookie, por favor, vete a casa...

Jungkook se mordió el labio, sintiéndose de pronto incompetente y estúpido.

Taehyung había estado así por alrededor de tres horas, soltando ese aroma picante y amargo que lo ponía nervioso a él y a su conejito.

Todo había ocurrido en el colegio, cuando él le hizo una tonta insinuación creyendo que sonaba coqueto, haciendo que el zorrito se tensara, avergonzado y emocionado dejando escapar dos colitas de su animal.

Los estudiantes que notaron esto le observaron con atención, preguntándose por qué dos colas blancas y esponjosas se cernían bajo él, mirándole con admiración, tanta admiración que Taehyung de pronto se sintió demasiado expuesto para los pares de ojos que acercaron a contemplar la belleza de su animal mitológico.

Jungkook a su lado buscó a tientas su mano, apretándola fuertemente cuando dio con esta, sintiéndose horrible y culpable. Era su culpa esto.

Taehyung siempre había tenido miedo de que todos descubrieran qué tipo de animal es porque era único en su especie, lo cual lo hacía sentir a veces raro, teniendo en cuenta que su familia siempre lo aconsejó con nunca mostrar a su animal, a menos que sea alguien de confianza como lo eran todos su amigos de la infancia. Del jardín.

Esto no era el jardín y Taehyung quería ocultarse bajo siete rocas al pensar que de pronto, toda la escuela se enteraría.

Lo único que lo calmaba de no ponerse a hiperventilar ahí mismo era la presencia de Jungkook a su lado, apretando su mano con fuerza, y escuchar los pasos de Jin -su amigo-, acercándose, quedando a su otro costado y diciéndole al grupo de admiradores que todo el asunto no era la gran cosa, que se metieran mejor en sus propios asuntos que en los ajenos.

—Y bueno, Tae es así porque cuando estábamos en el jardín le calló una gillotina en la cola, se la operaron y quedó dividida en dos, fin. —Relató Jin, esperando que fuera creíble porque cuando era más pequeño eso era lo que él creía antes de que el mismo Taehyung le revelará la verdad. Aunque ahora estaba preocupado porque si Taehyung sacaba otra cola, él no podría seguir mintiendo con su historia un poco trágica, pero así eran los anime, y si pasaba en los anime debería pasar en la vida real ¿no?. Observó al grupo frente a ellos y les sonrió con muchísima confianza porque su mami le había dicho que mientras mostrara confianza la gente le creería hasta la peor mentira—. ¿Tiene alguien alguna pregunta?

UNTIL THE END; taekookWhere stories live. Discover now