La depresión que me consume☔

Capitulo 2

Los días pasan tan rápido que no te das cuenta

La primera ves que dije no tengo ganas salir, mi familia lo tomo como normal, ya la cuarta o quinta vez mi familia sabía que me pasaba algo, así que decidiron que lo mejor era llevarme a la casa de mi abuelos, en ese lugar me sentía tan sola.

Sentía que me faltaba algo mi cama, mis películas tristes que me hacian sentir peor cada vez, las lágrimas que brotaban de mis ojos eran imposibles de aguantar, siempre intenté no llorar adelante de mi familia, sentía vergüenza de que se burlen de mi, las noches que e pasado llorando levantándome con dolor de cabeza, con mis ojos inchados con ganas de no vivir más.

Nunca me atreví a contar que estaba deprimida, eran habituales los comentarios de esas personas que no entienden lo que en realidad estaba pasado y intentaban ocultar todo con "Yo también tengo problemas y no me ando quejando", esas palabras duelen tanto te hacen sentir que sos causante de todo lo que está mal.

Entonces te das cuanta que tenés que superarlo sola y en silencio para no molestar.

Tengo que buscar cosas que me anime a salir de la cama. Porque yo sólo deseo dormir, dormir y dormir. Cuando duermo no soy consciente de la vida y consigo descansar y recuperar algo de fuerzas para continuar con la batalla. En realidad, me gustaría dormir para siempre y no despertar nunca más.

Todos los fines de semana son horribles y, aveces, paso horas acostada en la cama, mirando el techo o intentando desconectarme durmiendo. Es tristeza infinita, un lamento mudo que nadie escucha.

No tengo tanto amigos, por qué cuando los necesito para despejarme, nunca me pueden acompañar con mi tristeza, charlar de mis problemas no es fácil pero me gustaría poder tener la confianza de contarles mis problemas, y que no se los cuenten a otras personas, es por eso que ya no uso la palabra amigos, muchos de ellos me lastiman, ojala se ofrecieran a pasar una tarde conmigo y ayudarme con mi depresión.

Los momentos más duros los paso sola encerrada en mi cuarto dejándome llevar lentamente, así la depresión va consumiendo cada parte de mi.