•Capítulo 5: Fiesta•

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Llegué a casa un poco cansada, antes de subir a mi habitación fui a la cocina por un vaso de agua estaba muerta de la sed. Al rato subí a mí habitación y ví una caja larga rosada con un lazo blanco y una tarjeta que decía: "Este vestido es para la fiesta, Te quiere papá."

Abrí la caja y había un vestido corte princesa de color crema y unos zapatos de tacón cuadrado del mismo color.

– Que se piensa mi padre, que voy a ir vestida como el quiera pues no le voy a dar el gusto,  me voy a poner otro vestido solo para ir a la contraria y ser un poco rebelde - pensé.

Eran las 5:00 pm y la fiesta empezaba a la siete por lo que me dí un extenso baño de espuma en mi tina, cada vez que hacía esto me relajaba mucho.

Al salir de la tina que me pase ahí lo menos una hora empecé a arreglarme. Entre a mi vestidor y escogí un vestido negro corte de sirena con escote de semicorazón, este vestido lo vimos mi madre y yo en la vitrina de una tienda en el centro de París cuando cumplí quince y viajamos allí para vacacionar.

Flashback:

Mamá me gusta ese vestido, quiero comprarlo - digo

– Hija ese vestido te quedará precioso, pero creo que es para alguien más mayor - dice mi madre

– Por favor, comprámelo se ve tan lindo  - digo haciendo puchero.

– Está bien, entremos a la tienda - dice dándome un beso en la frente.

Fin del flashback.

Ese viaje fue uno de los mejores de mi vida, en esa etapa éramos una familia de verdad pero el tiempo no se puede retroceder y el pasado es para recordar.

En esos pequeños minutos en los que te das cuenta que fuiste tan feliz que ni siquiera lo disfrutaste pensando que podía ser el último instante de felicidad en tu vida y solo lo haces cuando estás tan triste que tu mente lo único que hace es repetirlo cuántas veces sea necesario.

Al pensar esto cayeron unas cuantas lágrimas de mis ojos, pero tenía que ser fuerte no por nadie sino por mí misma.

Al poner el vestido encima de la cama comencé a maquillarme lo cual fue sencillo, después me hice unas cuantas ondas en mi cabello para luego ponerme el vestido. Me quedaba tan fantástico, nunca pensé verme así tan hermosa como está noche; al mirarme unas cuantas veces en el espejo me aplique labial rojo vino era lo que faltaba para verme aún mejor.

Al terminar baje las escaleras y estaban mis padres esperando. Mi madre se veía muy bien y mi padre igual. Al verme bajar la escalera mi madre se quedó un poco asombrada y mi padre molesto , así que resultó lo que quería que sucediera.

– No fui demasiado explícito en la nota - dice mi padre un poco molesto acercándose hacia mí

– Sí pero este vestido me gusta más , el otro está horrible - digo con una sonrisa de oreja a oreja.

– Sube y cámbiate inmediatamente - dice

– Querido se ve bien con el vestido, además ya vamos retrasados - dice mi madre, por lo menos salió de la reacción que tenía al verme con el dichoso vestido.

Este vestido como dije anteriormente trae recuerdos a mí y a mí madre, al parecer por eso se quedo parada como una estatua al verme con el vestido que compramos juntas en París.

– Está bien, vamos que se nos hace tarde - dice mi padre

Nos subimos en el auto y Gonzalo nuestro chófer nos llevó hacia la casa de Sebastián. Esta de sobra decir que Sebastián es un excéntrico millonario , tiene una mansión inmensa incluso más grande que la mía por lo que siempre está haciendo fiestas. La última vez que ví al hijo de Sebastián era un gordito con brackets y tenía 10 años pero su padre lo mando a un internado al otro lado del mundo para ser más específico a Suiza .

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