Capítulo 17. Nuevo plan.

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Después de adquirir varías jarras de Sonrisa del Emperador, Lan WangJi junto a Wei WuXian volvieron a la habitación que compartían en la residencia de GusuLan.

—¿Tienes hambre? —preguntó el Lan.

Wei Ying negó. —Estoy satisfecho con todos los bocadillos que compramos en el mercado ¿Tú tienes hambre?—mientras hablaba colocó sobre la mesa una de las jarras que habían comprado.

Lan WangJi no dijo nada, sólo se dedicó a observar seriamente al joven de ropas negras. El de coleta alta parecía ignorar como era devorado por los ojos dorados.

—Lan Zhan —le llamó mientras se servía un trago de vino.

—Mn —contestó aún mirándole fijamente.

—¿En serio nunca has probado el vino de aquí? Es muy bueno.

—No bebo —respondió como cada vez que tocaban el tema del alcohol.

Wei Ying hizo una cara de súplica. —¿Ni siquiera por mí? —los ojos del Lan vacilaron—. Sólo sería un trago... —WuXian haría lo que fuera para convencerlo—, incluso podría ser divertido —su tono de voz se volvía coqueto y su mirada tenía una esencia provocadora.

Lan WangJi seguía con su apariencia estoica pero por dentro sucumbía lentamente a Wei WuXian.

—Sólo un trago —al final no pudo resistirse.

Wei Ying sonrió victorioso. —Créame capitán HanGuangJun, querrá más de un trago.

Con movimientos lentos Wei Ying tomó la jarra y una pequeña taza, después de llenarla dedicó una mirada al Lan.

—Siéntate —ordenó Wei Ying señalando una silla con la cabeza.

HanGuangJun avanzó con elegancia y tomó asiento donde WuXian le indicó, su mirada seria no cambió ni titubeó.

Una vez que el Lan se sentó Wei Ying se acercó y tomó asiento de igual manera... sobre las piernas del Lan a horcajadas, mirándolo frente a frente con una sonrisa ladina. De forma casi automática las manos de Lan Zhan rodearon la cintura del de ropas negras.

—Huele primero, es suave y dulce —ronroneó WuXian colocando la taza cerca de la nariz de Lan WangJi—. ¿Huele bien? ¿Verdad?

—Mn —asintió levemente Lan WangJi mirando los ojos grises de enfrente.

—Salud Capitán —dijo Wei Ying tomando de un trago todo el interior del recipiente.

Lan WangJi lo observó sin decir nada, pero después sintió como dos manos tomaban su rostro y unos labios se apoderaban de los suyos, después un tibio líquido bañó el interior de su boca, mientras tragaba podía sentir un pequeño ardor en su garganta, pero aún con eso siguió besando de forma casi desesperada a Wei WuXian.

Sólo después de largos minutos Wei Ying se separó primero, su respiración era agitada y sentía como sus labios empezaban a hincharse.

—¿Más? —preguntó con una sonrisa.

—Mn —asintió Lan WangJi con una mirada ardiente en deseo.

Esta vez Wei Ying bebió directo de la jarra y después volvió a besar desenfrenadamente los apetitosos labios de Lan WangJi. En ocasiones sus dientes chocaban levemente debido a los ansiosos movimientos, sus lenguas se entrelazaron y luchaban buscando un dominante.

En el cuarto trago Lan WangJi se alzó de golpe y colocó a Wei Ying sobre la mesa, con desesperación empezó a retirar cada prenda que cubría el cuerpo del Patriarca. Pronto la piel cremosa fue expuesta, mostrando como aún en la parte del pecho quedaban algunas marcas de sus encuentros nocturnos pasados. Wei Ying tampoco se contuvo y quitó las prendas del mayor. Lan WangJi se apresuró para devorar un botón rosado con la boca, mordía y succionaba haciendo que Wei Ying se deshiciera en suspiros y pequeños jadeos.

Contra Los Siete MaresWhere stories live. Discover now