Capítulo 4

238 28 1
                                    

Pov Camila

—H..hola —me costó, me costó demasiado. Fue silencio, entonces ella se atrevió besarme la mejilla, por un momento pensé que era un sueño, el sueño más hermoso del mundo.

—¿Vamos? —dijo, señalando un camino hacía un parque, tendríamos que hablar.
Asentí y salí primero que ella sintiendo todas las miradas sobre nosotras, me ponía nerviosa, eso me ponía nerviosa, ella me ponía nerviosa. Caminábamos en silencio, a unos centímetros de distancia, la una de la otra, de vez en cuando nos rosábamos, roces pequeños, pero sentimientos grandes en mí. Sentía su mirada sobre mí, su sonrisa mirando hacía abajo. sonreí.

—¿Cómo haz estado? —esta vez yo inicié la conversación, ella me miró y sonrió.

—Bien, muy bien, sólo que la universidad es un poco agotadora —dijo soltando un suspiro, su voz, como la había extrañado, la había extrañado demasiado, mucho diría yo. —¿Y tú? —dijo, La miré, entonces un poco de viento llegó hacía nosotras, de pronto las cosas se me cayeron.

¡Qué bruta!

Ella rápidamente recogió mi bolso y mi chaqueta, me entrego sonriente el bolso, la chaqueta la puso en el brazo contrario al que yo tocaba, aferrándose a su cuerpo, así no dejándola caer.

—Gracias —susurre.

—Y bien, ¿me has extrañado? —dijo divertida, mientras con su pie derecho tiraba una piedra del camino, reí.

—Mucho en realidad —le dije, poniéndome completamente roja, con ella, era siempre así, realmente era la única que me hacía sonrojar.

—Yo también, mucho Camz...—dijo y me miró, esa mirada, me dejó sin respirar, miré hacía otro lado.

—¿Vamos a sentarnos allá? —pregunté cuando estuvimos bien adentradas en el parque y había un hermoso césped bien cuidado, entonces nos sentamos ahí. Ahora nos rozábamos las piernas y los hombros, puse mi bolso arriba de mis piernas.

Entonces comenzamos hablar...hablamos de temas de variadas cosas, reímos hasta morirnos, en un momento estaba riendo tanto, que sin querer me acosté en el césped riendo, hace tiempo que no lo hacía, y estaba realmente feliz, entonces ella hizo lo mismo y me miró, pare de reír y la miré, mis ojos obviamente reflejaban amor, mucho amor, pero no sabía lo que ella quería decirme con esa mirada. Para nada y me molestaba.

Volvimos hablar de cosas cruciales, cosas sin sentido como antes, nada de nuestra relación, ninguna palabra de eso, nada, y yo realmente quería hablar de aquello, pero, a veces si y a veces no. La había extrañado demasiado como echar a perder el momento. Entonces algo dije sin pensar.

—Quiero abrazarte —dije susurrando, ella me miró raro, luego comprendió lo que dije, entonces se paró, la miré confundida, pareciera como si se iba, pero en ves de eso, sólo me tomó de las manos. La corriente eléctrica seguía ahí, mis nervios crecieron, me paró, quedando tan cerca de ella que la podía sentir, sentí sus manos rodearme la cintura, y luego pase mis brazos por sus hombros, hasta llegar a su cuello y entonces la abracé, ¡oh por Dios!, había necesitado tanto ese abrazado, demasiado, a decir verdad.

Estuvimos así, unos ¿seis minutos?, mientras yo aspiraba su aroma, el de su cuello, sentí lentamente como se estremeció al sentirme así, sonreí, había yo provocado eso. Pero yo no me quedaba atrás, unos de mis tics nerviosos era que movía mucho la pierna, y ella lo sabía perfectamente.

Sentía sus manos acariciándome suavemente mi cintura, como si estuviéramos bailando, sonreí, mientras sentía como mis ojos se llenaban de lágrimas, la quería, la amaba, la quería de vuelta conmigo, una vez más, quería decirle que jamás la volveré a decepcionar, que recuperaré mi autoestima, pero era demasiado cobarde como para declararme, nuevamente.

I will always be yours (Camren)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora