City of Angels ✧; JJK+KTH

Capítulo 3: Inmundicia

Los Ángeles, 13 Abril 1990

Pisó un gran charco de agua estancadas, manchando su fino traje de un líquido inmundo que abundaba en aquellas calles solitarias. Todos mantenían un gesto de extrañeza cuando pasaban a su lado. El perdido chico creía que aquellas personas posaban sus miradas en su nuca al pasar junto a él, sentía que le gritaban: ¡Forastero! Sin embargo, nadie lo reconocía, pocas farolas funcionaban, por lo que el rostro de los transeúntes permanencia anónimo, escondidos antes las sombras, al igual que el suyo. La noche crecía, pero los rincones más desconocidos de la ciudad de las estrellas relucían, lugares donde las leyes son mudas y las calles se entrelazan con la maldad, pero a él no le importaba.

Mantenía el paso, sin embargo, se sentía perdido en el arrebol de la tarde, en aquel jardín extravagante de edificaciones crepusculares, era una mariposa nocturna en búsqueda de un nuevo éxtasis. Al fondo de la calle un alegre concierto de colores llama la atención del chico, un letrero iluminado indicaba que era uno de esos bares clandestinos que solo abrían sus puertas en medio de la oscuridad. Las paredes del lugar lucían una pintura desgastada con tonos llegando al azul oscuro, parecía que aquellas no habían recibido mantenimiento desde hace mucho tiempo. Diferentes panfletos comerciales estaban pegados en las ventanas, por lo que este dedujo que la luz no solía entrar a este lugar por la mañana. A pesar de todo, estaba decidido a entrar.

El pesado olor a agua estancada llegó rápidamente a su nariz, haciendo que caminará más rápido. Dos hombres con las camisas levantadas, dejando ver sus grandes abdómenes estaban sentados a un costado de los escalones que llevaban hacia la puerta principal, y con unas botellas de cerveza en sus manos, parecían estar ya borrachos. Subió el escalón y se topó con una puerta cubierta de rejas pintadas de rojo oxidadas, eran aquellas que dirigían a la entrada de la perdición. Con cuidado de no hacer mucho abrió la puerta, fuerte olor a alcohol y a sudor se manifestó en sus vías nasales, las risas de los embriagados hombres no se tardaron en detenerse, de repente todas las miradas estaban sobre él.

El calor era infernal, el lugar no tenía más ventilación que un pequeño abanico colgado en la esquina del techo. El chico hizo caso omiso a las miradas y camino directo hacia barra, la cual sorprendentemente estaba vacía, la mayoría de los clientes estaban ubicados en las diferentes mesas.

─Me da de lo más fuerte que tenga ─dijo el chico con algo de miedo, pero sin perder la elocuencia, sentándose en una de las sillas y sacándose los lentes que traía para ocultar su identidad.

Un hombre de mediana edad, quien tenía una negra barbaba cubierta de residuos de comida y padecía de alopecia, era quien que estaba tras la barra. Vestía un sucio delantal y se encontraba limpiando unos vasos con un trapo cuando el castaño lo interrumpió.

─¿Está seguro? ─inquirió al dejar el vaso en su lugar, para luego ver el fino aspecto del chico─. Un chico como tú no debería estarse paseando por estos lugares a altas horas de la noche.

─Que sea la más cara ─afirmó ignorando sus palabras y tomando algo de seguridad y poniendo un billete de cien dólares encima de la mesa.

─Como diga ─respondió tomando el dinero y metiéndoselo en el bolsillo del delantal.

Este se dirigió al estante de madera detrás de él. Tomó una botella de recubrimiento negro, parecía ostentosa y se diferenciaba de las demás. Al llevarlo a la mesa, sacó de uno de los cajones una copa con forma irregular y sirvió el contenido dentro del frasco en este. Un líquido de color verdoso y espeso salió de este, atrayendo la atención de Taehyung.

─¿Qué es eso? ─preguntó mientras tomaba el extraño vaso en sus manos y miraba el contenido con curiosidad.

─Absenta, justo lo que usted pidió, es la bebida más fuerte y cara que tenemos.