Naruto Uzumaki.

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Dos jóvenes cuyos aspectos no coincidían en lo más mínimo, caminaban por la calle hasta doblar un callejón dónde daba entrada a un hogar abrumador. El más delgado, se acercó a la puerta de la misma, y tocó.

──Naruto, sal pronto ──dijo luego de tocar una vez más.
Lunes. El día en que los jóvenes vuelven a iniciar la rutina de siempre. Lunes, el día más odiado por todos. Sus razones son evidentes. El joven regordete se posicionó a lado del flaco mientras su boca devoraba un pedazo de pan.

──Oye Shikamaru, creo que      Naruto    está    dormido   como  siempre ──dijo con la boca llena.

El recién nombrando arrugó la frente y miró mal al otro.

──Viejo, sabes que no debes hablar con la boca llena, mucho menos estar tan cerca de mi ──se limpió el oído.

──Lo siento Shikamaru... ──trago duro y luego sonrió. Shikamaru hizo lo mismo pero luego volvió su vista a la entrada. Naruto cómo siempre yacía dormido todo el tiempo y por ende siempre llegaban tarde.

──Creo, que está será la única vez que pasamos por Naruto, siempre llegamos tarde por su culpa ──sé quejó el Nara al recostarse sobre la pared. Chouji hizo lo mismo.

[...]

Sus ojos azulados miraban con mucha fijación los números del reloj. Una vez más se había levantado antes que la alarma, era un sorpresa porque usualmente pasaba al revés, pero por raro que suene, así le ocurría. No tenía ganas de ir a la escuela: ¿con que razón? Nadie lo quería en ese sitio, todos lo odiaban y siempre preferían al estúpido Uchiha presumido. Como lo odiaba. No entendía la razón de tanto odio a su persona, simplemente trataba de ser sociable, pero sus compañeros, cada vez que intentaba acercarse, siempre se alejaban de él.
Se levantó de la cama y mientras se rascaba la nuca. En serio, qué no quería asistir, pero como siempre no obedecerá sus pensamientos.

Se encaminó al baño y después de un largo rato encerrado salió para ponerse el uniforme arrugado del instituto.

Se miró en el espejo y salió con ambas manos en sus bolsillos con una expresión aburrida. Era cansado vivir solo, era doloroso estar en la soledad. Quisiera que sus padres estuvieran junto a él, estaba seguro que el dolor sería menos, pero era del todo imposible.
Cuándo cerró la puerta detrás de sí y alzó la vista enfrente se topó con la mirada típica de Shikamaru, Naruto dio un brincó y sé le quedó mirando estupefacto.

──¡¿Shi... Kamaru?! ──gritó. Shikamaru rodeó los ojos y lo jaló del brazo.

──Naruto, eres un fastidio deja de mirarme con cara de tonto y camina, vamos tarde ──. Respondió con gesto cansado y el Akimichi se río mientras levantó su mochila que había puesto sobre el suelo. Los tres apresuraron el pasó, ya sabían que la hora de entrada ya había pasado, pero quizás con suerte los dejaban pasar. Naruto dejó de sentirse miserable, aveces la soledad lo dejaba ciego, no veía qué tenía buenos amigos que pese a que no iban en el mismo salón, siempre lo tenían en cuenta.

Enamorando A Naruto ꕥ 𝐍𝐚𝐫𝐮𝐒𝐚𝐬𝐮 ꕥDonde viven las historias. Descúbrelo ahora