Capítulo 14 Verdad

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Daniel se fijo si el tipo que venia conduciendo estaba vivo y al parecer si lo estaba solo que estaba inconsciente.

Luego de un media hora llego la policía al lugar nos llevaron con ellos para tomar su declaración el hombre despertó y era llevado para interrogarlo estábamos en la estación de policía. Llegó ahí la señora Maríam ya que le avisamos. Y vio al hombre era quien pensaba el hombre era el guardia que trabajaba en casa, el mismo que me lanzó al agua y quería asesinarnos a Daniel y a mi hoy y ahora por fin estaba detenido.

Tomaron nuestras declaraciones y el hombre estaba siendo interrogado pero al parecer no tenía ganas de hablar según los policías.

Daniel la señora Maríam y yo nos fuimos a casa ya que el comandante de policía dijo que ya podíamos volver que ellos se encargarán de hacernos saber si dice algo de porque lo ha hecho así que cuando llegamos a casa, aunque trataba de descansar no lo lograba.

Pero en ese momento tocaron a mi puerta y era Daniel.

- Estas bien?

- No, no puedo dormir.

- Me lo imagine por eso e venido.

- Duerme conmigo. Tengo miedo.

-De acuerdo. Dice y se recuesta conmigo. Ya no tengas miedo yo estoy aca contigo y ya han atrapado al asesino así que pronto sabremos porque quería hacerte daño.

- Nunca me dejes.

- No lo haré.

Entre medio de todo eso logre dormirme.

Al día siguiente me levante temprano para ir a la estación de policía. Daniel me acompaño, al igual que la señora Maríam.

Íbamos en camino estaba un poco nerviosa quería encontrar a la persona que me quería hacer daño.

Llegamos a la estación de policía inmediatamente, pregunté al comandante a cargo si ya había confesado todo el guardia.

- Disculpe señorita pero hemos pasado casi toda la noche intentando que hable pero no quiere.

- Tienen que hacerlo hablar. Dice esta vez Daniel.

- Por favor tengan paciencia. Dice nuevamente el comandante.

= Señor el sujeto a aceptado hablar dice un policía. Aceptó la negociación.

- Que? Bien vamos dice el comandante.

- Espere le digo quiero estar presente.

- Esta bien. Dice.

Nos guió hasta la sala de interrogación pero solo me dejaron estar detrás del vidrio junto a Daniel. El comandante entró a la sala de interrogación mientras nosotros escuchábamos todo.

- Bien cuéntanos por qué seguías a esas dos personas.

- Yo no tengo nada en contra de ellos.

- A sí y entonces porque trataste de matarlos.

- Porque alguien me pagó para acerlo.

- Quien es dime la verdad.

- Ellos la conocen muy bien.

- La? Es una mujer.

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