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FOOL TO CRY.
Keith abre la puerta, es de noche, fue una larga jornada laboral, estuvo todo el día en el estudio, eso le mata lentamente. Entra al departamento, es grande, lindo y moderno, bastante lujoso y costoso, se deja caer en el sofá marrón, apoya los codos en sus rodillas, jala mechones de cabello negro como la noche en señal de frustración, después con sus pálidas manos cubre su rostro.
Lágrimas saladas brotan de sus ojos, o quizás son dulces, tal vez amargas. Blanca como la nieve, la cara se torna ahora de carmesí, casi llegando a rojo en la punta de la nariz. No sabe qué hacer, se siente miserable, patético, utilizaría esa palabra describrirse así mismo.
Entonces aparece Angela, con su camisón blanco para dormir, su rubia cabellera está atada en una trenza mal hecha, talla sus ojitos con su mano hecha puño, da un bostezo y camina descalza hasta llegar con su papá, se abraza a él.
-Papi, eres un tonto por llorar- le susurra suavemente.
-¿Por qué dices eso, cariño?-dice al tiempo que limpia sus lágrimas.
-No lo sé -se encoge de hombros -. Fue lo primero que se me ocurrió.
El pelinegro ríe por las ocurrencias de su pequeña niña, la carga para sentarla sobre una de sus piernas y le llena la cara de besos mientras le hace cosquillas. Angela suelta risitas en reacción y luego lo abraza por el cuello.
- No me gusta que llores, papi, porque si no yo también lloro.
-¿Y eso por qué? -le pregunta intrigado. Si hay algo que le gusta más que tocar la guitarra es definitivamente ver crecer a su hija, en verla crecer incluye conocerla.
-Porque si tu estas tristes yo también estoy triste -Keith entiende y asiente. Solo se tienen ellos dos, juntos contra el mundo, sin una madre y sin una esposa.
-¿Sabias que llorar es bueno? -le pregunta tras unos instantes de silencio.
La niña ladea la cabeza en señal de duda y niega-¿Por qué llorar sería bueno?
-Porque así liberamos nuestras emociones y nos sentimos más tranquilos. Es malo si las tenemos todas acomuladas aquí-señala el pequeño corazón de la menor.
-Como cuando escribes canciones -exclama asombrada con um brillo especial que adorna sus ojos.
-Exacto, pequeña-. Le dice acariciando su cabello. Es una niña de solo seis años, pero es muy inteligente, eso también lo comprende Richards. Él sabe en el mundo en el que viven, trata de enseñarle todo lo que puede. Los 70's aún es una época muy machista y no va a permitir que su reina sea pisoteada por un montón de imbéciles. No, él no lo va a permitir, entonces también le enseña a defenderse, y le demuestra que pase lo que pase, tendrá su apoyo. Después de todo, solo son ellos dos.
