56│Enferma

3.5K 237 11
                                    

Si fueras amiga de Seventeen, Jeonghan también cuidaría de ti...

╔━━━━ ✿✿ ━━━━╗

El teléfono llevaba vibrando por un buen rato desde la mañana sin que tú le pongas el mínimo de atención, no estabas de ánimo suficiente para siquiera levantarlo y ver quién era.

Tu cuerpo se sentía en llamas, pero no podías salir de tu refugio de colcha porque entonces te estarías congelando, los estornudos constantes ya tenían tu nariz muy irritada y el sudor comenzaba a tornarse incómodo de soportar en la pijama que llevabas. Estar enferma y sola era muy jodido.

No tenías noción del tiempo, aunque a juzgar por el brillo del sol y el ruido que había alrededor por las calles y tus vecinos podías asegurar que casi era la tarde. Estornudaste una vez más y suspiraste, sería mejor que te levantes y comas algo para después tomar alguna medicina.

Levantaste la colcha y rápidamente tomaste la manta que estaba a los pies de la cama para envolverte en ella, largaste un quejido al ponerte de pie, te sentías como si un camión te hubiera pasado encima, con tus dientes castañeando por tu inexplicable frío y la espalda encorvada, incapaz de ponerte recta. Caminaste hasta la cocina y pusiste a calentar agua para un té de manzanilla, no querías abrir la refrigeradora así que decidiste que un pan sería lo mejor, al menos hasta que comenzaras con la preparación de alguna sopa liviana.

Una vez que el agua estuvo lista, colocaste el sobre de té y soplaste para enfriarla un poco, apenas tus labios se iban a posicionar en la taza cuando el timbre de tu puerta sonó, no satisfecho solo con eso, la persona del otro lado también comenzó a aporrearla con insistencia.

─Solo déjenme morir en paz ─te quejaste en susurros.

Lentamente caminaste hasta la puerta, de estar al menos un poquito bien te hubieras reído ante tu pensamiento de que de seguro parecías la bruja malvada de Blancanieves por tu postura, cabellos de loca y la manta cubriéndote desde la cabeza hasta los pies.

─¡YU! ─gritaron desde el otro lado─ ¿ESTÁS AHÍ? ¡RESPONDE! ¡YU! ¡Y-..

─Hombre, ¿te siguen sicarios o qué? ─dijiste una vez que la puerta fue abierta, Jeonghan te quedó viendo con su palma levantada, lista para dar otro golpe.

Los gritos del actual castaño llamaron la atención de algunos de tus vecinos, quienes salieron a ver qué sucedía, este se disculpó con ellos y entró a tu departamento.

─¿¡Por qué no contestas!? ─reclamó una vez que ambos estuvieron ya en la islita de tu cocina─ ¿Sabes cuan preocupado estuve? ¡Casi le digo a Seungcheol que has desaparecido!

Jeonghan a veces podía llegar a ser muy intenso.

El chico siguió dándote regaños, por tu parte solo tomabas el té y una vez que lo terminaste pusiste tu mejilla sobre la cerámica de la isla, a decir verdad no escuchabas nada. Casi te estabas quedando dormida, hasta que sentiste una mano helada colocarse en tu frente, tuviste el deseo de alejarte, pero no contabas con la fuerzas.

─¡Estás ardiendo en fiebre!

─Shh, que me duele la cabeza ─murmuraste con la voz ronca.

─Vamos, tienes que darte una ducha ─sentenció.

Sin esperar tu respuesta, este ya había hecho que te pongas de pie y te había llevado a la habitación casi que cargándote, ahí buscaste ropa y te diste la ducha fresca que el mayor exigió. No podías negar que pese a que al inicio hasta gritaste por el frío, ahora te sentías mejor. Al salir del baño Jeonghan estaba parado afuera y otra vez te haló como una muñeca, esta vez hacia la habitación.

─Quédate aquí, voy a prepararte algo de comer ─en la mesita de noche había un tazón con un paño, el que luego estuvo en tu frente.

No sabes cuando tiempo pasó, pero volviste a quedarte dormida. De vez en cuando sentías el movimiento de otra persona y escuchabas el agua ser escurrida del paño, pero de ahí nada más.

─Yu, despierta, ya tengo tu almuerzo ─los susurros suaves lograron despertarte, milagrosamente los ojos ya no te ardían ni el cuerpo te dolía, de hecho, parecía que ahora ni tenías fiebre.

Jeonghan puso delante de ti una sopa que se veía extraña y que sabía un poco mejor a cómo lucía, tomaste hasta dos soperas de ella ya que debido al malestar ni habías sentido hambre y ahora había vuelto con todo. Él pareció feliz de darte más y gustoso volvió con la comida, quedándose sentado a tu lado.

─Gracias, Hannie ─dijiste una vez que saliste del baño después de cepillarte los dientes, ahora sintiéndote como nueva.

El chico estaba sentado en el sofá de tu sala, giró a verte con una pequeña sonrisa y palmeó a su lado para que te sientes con él, así lo hiciste.

─Debes agradecer que Mingyu me haya enseñado a hacer esa sopa, sino ahora estaríamos en el hospital ─reíste, pero pronto un golpecito en tu cabeza te hizo parar y quejarte─. Eso es por no avisar que estabas enferma, estuve a nada de volverme loco cuando no contestabas. No vuelvas a hacerme eso, ¿entiendes?

─Sí, no lo volveré a hacer ─prometiste con una sonrisa, aunque la mirada seria del mayor no se quitó hasta que lo abrazaste suavemente.

◑◐

╚━━━━ ✿✿ ━━━━╝••

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

╚━━━━ ✿✿ ━━━━╝

Hola~ si hay Carats de Mexico espero que se encuentren bien y que no haya sido más que un susto~

🌻

𝑺𝒊 𝒇𝒖𝒆𝒓𝒂𝒔 𝒂𝒎𝒊𝒈𝒂 𝒅𝒆 𝑺𝑬𝑽𝑬𝑵𝑻𝑬𝑬𝑵 ⸙Where stories live. Discover now