¿Prueba?

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Al día siguiente me desperté temprano, lo cual rara vez pasaba y terminé desayunando los restos de pizza que sobraron la noche pasada al fin y al cabo no estaba Chuuya presente para llamarme la atención y no los iba a desperdiciar.

Al igual que otros días tome una ducha rápida, me cambie y me dispuse a salir del departamento no sin antes tomar la mochila azul ya que era el primer día que asistiría al instituto y justo cuando estaba frente a la puerta me detuve...

- ¿Traigo todo lo que necesito? -dije para mi misma-

Comencé a pensar, traía llaves del departamento, la tarjeta de identificación de la mafia, la tarjeta de crédito que mi padre me había dado y la cual rara vez usaba, la mochila, mis audífonos... Si, traía todo lo necesario para ese día

Salí de mi departamento y me dirigí al estacionamiento subterráneo del mismo, donde me esperaba Chuuya recostado sobre su auto muy desesperado, la que me esperaba...

- Ya estoy lista -dije sonriendo-

- ¡Eres muy lenta! -exclamó- por tu culpa llegaré tarde al trabajo

- Calmese señor ejecutivo que se hace viejo -suspiré-

- Yo me hago viejo pero tu sigues siendo una niña impuntual

- Otra vez con lo mismo ¿cuántas veces debo decirte que ya no soy una niña?

- No es necesario que me lo digas, demuéstralo -no dije nada- por favor ______ eres de la Port mafia pero sigues siendo una niña de 17 años

- ¿Sabes qué? Cállate y vamonos que aún tenemos que pasar a una dulceria

- Y me haces perder aún más el tiempo

- Si tanto te molesta mejor me voy yo sola ¿vale? -me acomodé la mochila y empecé a caminar en sentido contrario-

- ______ ¡_______! -me llamó pero lo ignoré-

Soy infantil, sí, lo sé, pero no puedo evitarlo, como dijo tengo 17 años y en esos momentos disfrutaba pasar mi tipo libre haciendo cosas de una chica normal, el hecho de que haya crecido en la mafia no significa que debo ser mala o dedicarme sólo a matar, incluso mi padre me ha dicho en más de una ocasión que sea una chica más en el mundo...

Pero para Chuuya no es así, o al menos eso es lo que dice cuando está molesto, no sé a qué se debe el que se haya levantado del lado izquierdo de la cama pero no voy a soportar que descargue su enojo conmigo

Seguí caminando hasta salir de los departamentos, no era mi plan pero nunca está mal improvisar, pasé por un parque y me detuve un momento a ver el paisaje, no era como si llevara prisa, mis clases empezaban después de medio día y mi único plan ahora era pasar la mañana en la agencia, iba a ir a la mafia primero pero gracias a cierto pelirrojo enojado ya no. Seguí caminando hasta encontrar una dulceria increíble ¿y por qué lo digo? porque era gigante, tenía de todos los tipos de dulces inimaginables, desde los más normales hasta los más extravagantes, de los más pequeños hasta los más grandes, con figuras, colores y sabores diferentes, es el paraíso para cualquier amante de los dulces

Pasé lo que fueron aproximadamente 20 minutos eligiendo toda una bolsa de dulces hasta que fui a pagarlos, primera vez que utilizo la tarjeta desde que regresé a Yokohama aunque no es como si la utilizara muy seguido antes

Seguí mi camino pero estaba demasiado lejos de la agencia por lo que decidí utilizar el autobús, una vida normal.... No estaba mal. Fué cuestión de minutos para llegar a mi destino, al llegar fui directamente a donde se encontraban los chicos, ese día no pasaría por la oficina de mi abuelo ya que antes me había mandado un mensaje diciendo que tenía unos asuntos que resolver por lo cual no estaría en la agencia durante todo el día

Mi razón de vivir  [Bungou stray dogs]Where stories live. Discover now