VI ° Fuerte Obsesión °

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Horas atrás...

Árticus

 Me encontraba tirado en mí cama, con la camisa desabotonada y el cierre de mis pantalones bajos, en aquella enorme y un tanto desordenada habitación del departamento que tenía sobre esa inútil tienda, patético.

 El humo de mi habano era tan denso que apenas me dejaba ver las luces de la ciudad que se filtraban por las cortinas, estaba inmerso en mis pensamientos. Desde que llegue a este maldito lugar supe que era donde debía estar, sin leyes ni nadie que te moleste, puedes hacer lo que te venga en gana, y si lograste adquirir un poder superior al resto estas de suerte, o al menos es lo que aprendí en este corto tiempo que llevo aquí.

 Como si todo eso no fuera suficientemente bueno, ella también termino en este agujero, que bella coincidencia, supongo que su delgado cuerpo no soporto aquellas heridas. No podía evitar sonreír al pensar en ello, era una lástima que no haya podido disfrutar un poco más de su compañía cuando aún era una humana, realmente es muy diferente a las otras con las que me había divertido anteriormente. Debo admitir que esa apariencia suya combina con su encantadora personalidad.

 El haberla visto hoy me produjo tanta euforia que casi lo arruino todo, tuve suerte de que no me reconociera.

 No sé porque deseo poseerla de esta manera, incluso necesite masturbarme varias veces para lograr calmar mí excitación. El único posible problema ahora y lo que no deja re rondar en mi cabeza es que ella tiene maldito un amo.

 Con aquellas ideas en mi cabeza me incorpore y acomode en el borde de lama con fastidio.

- ¿Qué carajos significaba eso? acaso la perrita encontró un dueño, maldita sea después de haberme rechazado tantas veces llega aquí y ya la vuelven una mascota – bramó con molestia el lobo.

 La realidad era que había llegado tarde y eso me molestaba demasiado. Apenas si logre extraer algo de su energía con esa pequeña jugarreta y aunque sabía que sería poco efectivo, fue divertido. Esta obsesión y deseo que tenía hacia ella era un completo fastidio, ni siquiera las putas de este infierno eran capaces de saciarme.

- ?Debería controlarme? o... podría simplemente perder los estribos y jugar con ella un buen rato, jaja no... debo ser inteligente, quizás luego de un poco de diversión piense mejor las cosas, creo que estoy demasiado emocionado – pensó entre risas el lobo ártico.

 Me levanté de la cama y luego de arreglar mi vestimenta me dirigí a la salida, quizás el viejo Vox estaría libre y podríamos ir por unos tragos, entre otras cosas.

Narradora

 Luego de aquella pequeña conversación interna que había tenido, el lobo se dirigió al bar de costumbre, el cual era conocido por recibir a la élite del inframundo y en donde se encontraría con su reciente amigo, Vox, aquel curioso demonio con cabeza de panel led, al cual había conocido en una de sus visitas al mejor lugar de entretenimiento para adultos del infierno.

 Llegado al bar, el lobo blanco pidió un trago en la barra y se dispuso a beberlo mientras esperaba.

- ¡Hey colmillos! qué haces creí que hoy no saldrías, no hay luna llena - habló burlesco la cara plana.

- Tus bromas sí que son una mierda, sabes que siempre estoy de humor a esta hora para algo de diversión – contestó el de ojos verdes.

- ¡JAJA! Lo puedo notar por tu expresión – dijo sarcástico – bueno hoy veré a unas linduras ¿quieres venir? son nuevas, su pecado es el suicidio y déjame decirte amigo esas son las mejores – soltó Vox codeando al más alto.

- Tu eres un hijo de perra mal nacido – rió aquel demonio lobo – eso es justo lo que necesitaba.

 Ambos decidieron quedarse a tomar un par de tragos más antes de irse de ahí. A  unos pocos metros de ellos, se sentaron unos muy ruidosos demonios, pese a sentirse inmediatamente molesto, Árticus no estaba de humor para matar a nadie y estos demonios hablaban de un tema que le resulto un tanto curioso al de nariz húmeda, por lo que decidió simplemente fingir que no estaban ahí.

- Es tan ridículo que un demonio de su categoría se relacione con ese patético hotel – decía uno de los demonios.

- Simplemente debe estar matando el tiempo, ya no hay mucho aquí con lo que un demonio como él se pueda entretener – argumentó el otro encogiéndose de hombros.

- En fin, imagino que la estúpida princesa esa lo tiene más difícil, jajaja! imagínate tener que relacionarte con el demonio radio, yo me habría cagado en los pantalones – bromeó el demonio haciendo reír a su compañero.

 Todo aquello que logro escuchar le había causado aún más intriga al lobo, ¿quién era ese supuesto "demonio radio"? y ¿qué clase de nombre era ese? ¿acaso era un mal chiste?.

- Veo curiosidad en tus podridos ojos, amigo mío – comentó neutral el de rostro led – ¿te interesó aquella conversación? – agregó.

- Solo son chismes baratos, es que hablan tan fuerte que uno no puede ni embriagarse en paz – soltó con fastidio observando de mala gana a los que estaban carcajeándose a su costado.

- No es nada nuevo, sabes al estúpido de Alastor le encanta ese tipo de entretenimientos sin sentido, solo pierde el tiempo – dijo el mayor tomando un trago de su wiski – creía que sabías sobre él, hace unas semanas te vi muy interesado en los Overlords, a él lo conocen como demonio radio – agregó.

- Sinceramente me importa una mierda, pero no, no llegue a saber de él, perdí el interés y digamos que últimamente las putas no hablan mucho y a quienes mato tampoco los escucho jaja – se burló recordando las pequeñas masacres que había realizado los últimos días.

- Solo te diré que no vale la pena relacionarte con él, es un tipo arrogante y muy aburrido, pese a su poder y fama se la pasa siendo un payaso, de hecho, supe qué hace poco se hizo de una sirviente, una simple pecadora nada interesante – comentó generando estupor en el más alto – seguramente se divierte con ella nada más jajaja.

- Y... dime viejo Vox, ¿tú la viste? o ¿sabes cómo es? – preguntó el albino en un tono tranquilo ocultando su gran interés.

- Como dije una simple pecadora que no parece tener poder o algo por el estilo, lo único destacable es que esta buena, parece una niña y es del tipo zorro, para pervertidos como nosotros es una de las mejores si entiendes a lo que me refiero – finalizo el más bajo para luego encender un puro.

- Vaya mierda, es más que seguro que se trata de Ágata – pensó hastiado el demonio lobo.

Sabía que si aquel dichoso demonio radio era tan poderoso como decían, y resultaba ser también el supuesto "amo" de Ágata, no le iba a resultar nada fácil acercarse a ella. Aunque quizás si su sirviente simplemente desaparecía aquel tipo solo se buscaría uno nuevo, existía esa posibilidad ya que todo parecía indicar que ese Alastor era la clase de demonios a los cuales no les importaba un carajo nadie más que ellos.

 Sonrió a sus adentro al notar lo tonto que era preocuparse por ello en esos momentos, restando importancia al asunto y dejándolo de lado por el momento. Esas pequeñas almas aun corrompíbles lo estaban esperando ya que no pensaba desperdiciar la amable invitación del viejo Vox.

 Una larga y placentera noche se avecinaba. 

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 Cantidad de palabras (1255) algo corto lo se jaja

 Bueno eso seria todo por este capitulo, como dije antes, pese a que casi nadie lee mi historia aun mantengo la esperanza y por ello seguiré actualizando, aunque será a un ritmo mas relax, ojala les haya gustado este cap futuros lectores ah jaja 

Sad Soul fuera 😊

ENTONCES, ¿ES UN TRATO?  (Alastor x Reader/OC) [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora