↪ Porque la violencia es algo serio y nuestro zorro de dos colas lo experimentara con su pareja.
❝ Realmente te amo, solo quiero darte una lección amor ❞
Aclaración:
Ambos personajes mantienen una edad normal, con 17 y 18 años, ya que escribir escen...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Últimamente el estar en casa le resultaba muy aburrido y le causaba una sensación de desagrado en su estómago a Tails, quería salir más dado que la presión y los problemas con Sonic estaban aumentando y no se sentía nada bien en casa.
De vez en cuando salía a tomar paseos, pero eso no lo ayudaba en lo más mínimo; pero aún así decidió intentar, el brillo que caracterizaba en la mirada azul del zorro se notaba más débil, más cansado.
Caminando por ahí, compro algunas cosas para distraerse y termino en un parque donde se dedicó a relajarse un poco. Vio a lo lejos a sus amigos y su primera reacción fue saludarlos con la mano, rápidamente detuvo esto y con temor salió de ahí lo más rápido que podía, sus amigos que lo habían visto estaban muy confundidos.
Al llegar rápido a su casa, aún con miedo, decidió buscar con l anotada a Sonic, al no verlo soltó un suspiro de alivio y camino un poco hacia la cocina, cuando una voz sonó retumbante en su espalda.
– ¿A dónde fuiste cariño?.- la voz de Sonic le empezaba a aterrar debido a la fuerza que utilizaba y tembló ligeramente para darse la vuelta.
– Tan solo fui a caminar un rato.- su voz sonaba de una manera tenue, sin emociones, aunque aún se notaba miedo.
– ¿Te encontraste a los demás?.- tomo con delicadeza el mentón de Tails y lo miro con una cínica sonrisa.
El zorro solo asintió intentando no mirar los ojos de su pareja, empezaba a causarle repulsión el verlo incluso, el amor que tenía al parecer se están llendo de poco en poco.
– ¿Hablaste con ellos?.- Tails no hablo, solo volvió a negar con tristeza.- Eres obediente amor.
Sonic beso sus labios de una manera que le revolvió el estómago, su pareja le había prohibido hablar con los demás, volviendo a recurrir a la culpabilidad y a amenazarlo.
Y el no podía estar más roto, o eso pensaba.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.