Dudas 😫

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Mei

Martes

Sostengo en mis manos la única posesión que traje conmigo desde el orfanato en que pasé mis primeros años de vida.
Me costó un poco encontrarla, ya que estaba muy bien guardada en una caja dentro de un pequeño baúl bajo mi cama.

El objeto es una foto visiblemente manchada, antigua, y doblada en las orillas, donde se puede ver a mi madre biológica cuando era joven, talvez de mi edad; sonriente y con las mejillas rojas mientras saluda con su mano izquierda a quién quiera que fuera su camarógrafo.

Cuando era más pequeña, y apenas comencé a comprender las cosas a mi alrededor; solía mirar esta foto por largos ratos, siempre oculta en algún lugar lejos de los demás niños, y pensaba en si esa joven sonriente capturada en ese pedazo de papel, era la misma persona que me dejó abandonada apenas nací.

Nunca tuve una explicación al respecto sobre mi origen apesar de las constantes preguntas que hacía a las encargadas del hogar.
No supe quién fue mi padre, si estará muerto o aún permanece vivo, o si además de mi madre existieron otras personas que se pudieran interesarse en mi existencia.

Al no recibir nunca una respuesta concreta, dejé de pensar y mostrar interés en el asunto.
Sin darme cuenta, poco a poco mi curiosidad sobre el tema fue disminuyendo y me fui acostumbrando a la rutina, a las cuidadoras y a mis "hermanos" de hogar.
Ésa era mi familia. Era todo lo que yo conocía y lo que debía importarme.

Es la misma sensación que he tenido desde que Ume me adoptó y me trajo a vivir con ella y Yuzu.
Esta es mi familia y no necesitaba conocer a nadie más.

Así había permanecido; hasta ahora.

No había vuelto a pensar en mis verdaderos orígenes desde hace mucho.
Pero hace dos días; después de una incómoda charla a solas, mi madre me ha informado que un pariente sabe de mi paradero y quiere conocerme.

Desde entonces, no puedo dejar en el asunto, porque por más que ya había enterrado ésa curiosidad muy dentro de mí; me hace preguntarme ¿Quién podría ser? ¿Porqué de pronto y después de varios años quiere verme?
Son preguntas que me hago a mi misma, ya que nadie más las puede responder por mi.
Mi madre lo ha dejado en mis manos , pero yo aún no he tomado una decisión.

Yuzu entra en el cuarto de pronto sacándome de mis pensamientos y haciendo que instintivamente esconda la foto tras de mi.
Sus ojos verdes me miran fijamente con algo de tristeza, dándome a entender que ha notado mi gesto.

- Lo siento, no quería molestarte. - Me dice al pasar a mi lado -  Sólo venía por mi teléfono. Saldré a caminar un rato.

La típica voz alegre de Yuzu suena decaída y sé la razón.
Es la misma de que yo esté distraída y pensativa, y es la misma razón de que ella la casa reine un ambiente incómodo y silencioso.

- Volveré en un rato.
- De acuerdo...

La observo salir del cuarto sintiendo como poco a poco se me forma un nudo en la garganta.
Me es inevitable pensar que ella está así debido a mi causa ya que no decido si conocer a esa persona o no.

No han pasado ni dos segundos de que se fuera, cuando Yuzu se asoma de nuevo en la habitación con expresión tímida.

-¿Quieres acompañarme?
- Sí - Respondo de inmediato.

Dejo la foto sobre mi cama y salgo al encuentro de Yuzu que me está sonriendo de esa forma en que solo ella sabe hacerlo; iluminando cada espacio del cuarto y de mi confundida vida.

-¿Adónde iremos? - Le pregunto ya cuando caminamos lado a lado sobre la acera.
- En realidad no tenía un lugar en específico. Sólo quería caminar por ahí y despejarme un rato - Sonríe nerviosa.

No sé que decirle, así que seguimos en completo silencio en línea recta.

Cruzamos la calle en el cruce peatonal, justo cuando una pareja pasa tomada de la mano llamando mi atención.

Sin darme cuenta miro hacia abajo; a mi derecha, observando distraidamente cada detalle de la mano de Yuzu: sus dedos largos, esbeltos, y sus uñas largas y decoradas con colores brillantes que en otras mujeres me parece algo exagerado, pero en ella me parecen muy lindas.

Tímidamente estiro mi propia mano y tomo la de Yuzu.
Ella se detiene de caminar y me mira sorprendida.

- ¿Está bien si caminamos así? - Pregunto titubeante.

Su respuesta es una sonrisa acompañada de un tenue rubor en sus mejillas mientras entrelaza sus dedos con los míos.
De esa forma continuamos con nuestra caminata.

Yuzu

Nunca había caminado de la mano de Mei.
Me siento feliz por su repentino gesto, y por eso sonrío por cada paso que doy sin poder evitarlo.

Había olvidado lo que era la felicidad después de los últimos angustiantes días que han pasado.

Todo ha sido muy tenso desde que mamá salió con la información del pariente de Mei, y las cosas en la casa no se sienten tan bien como antes.
Algo ha cambiado, y no sé si será algo bueno o malo.
Solo puedo esperar que sea lo primero.

- ... ¿Yuzu?
- ¿Sí?
- Lamento hacer que las cosas estén raras en casa...

Volteo a verla. Ella sigue caminando, con su mirada al frente y su típica expresión seria, pero en su voz se nota la preocupación.

- ¿De qué hablas? Tú no tienes la culpa de nada.
- He estado pensando que talvez si... Después de todo me está tomando mucho tiempo pensar que decisión tomar...
- Mei... Es algo normal. Mamá y yo no te echamos la culpa, sólo estamos preocupadas por ti... Somos una familia después de todo.

Mei agarra con más fuerza mi mano.

- Familia... Es cierto... - Murmura con voz apagada.

No sé si es mi impresión pero me parece que en sus ojos violetas hay una mirada triste después de mi comentario.

- Mei...
- Mira allá - Dice de pronto al señalar la ventana de un escaparate dónde hay muchísimos peluches de animales de todos los tamaños.

Me jala del brazo y sé por su mirada, que el oso grande con un moño rosa alrededor de su cuello le ha llamado la atención.

- ¿Te gusta?
- Está lindo ¿Verdad? - Intenta sonar indiferente, pero de lejos se nota la emoción en su pregunta.

Tú eres la linda Mei...

- Te lo puedo comprar si quieres.
- ¿Aún tienes dinero? - Su mirada está fija en la ventana.
- Si. Esta vez he intentado ser más responsable.
- El mundo se va acabar... - Se voltea hacia mi.
- Voy a omitir la burla - Me hago la ofendida sin mucho éxito porque termino riendo - ¿Lo quie...?
- Si lo quiero.

???

Entre más miro a la chica de cabello negro, más encuentro su parecido con quién fue su madre.

Un sentimiento de enojo me recorre el cuerpo.
Quisiera acercarme, pero de inmediato deshecho la idea.
No sabría que decirle a ella y no sé si sería correcto.

Me rasco la nuca con impotencia y pongo en marcha el auto.
Através del espejo retrovisor puedo notar como las dos chicas entran en la tienda.

Ella se ve feliz... - Pienso. - ¿De verdad es una buena idea quitarle éso con mi presencia?

Continuará...

Un Amor Diferente 💕 [ Citrus ]Where stories live. Discover now