17: Súper homofobica

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Desperté por unos suaves movimientos, me removió incomoda dando vuelta hacia al otro lado pero mi cara chocó con la pared asiendo que despertará completamente, estire mi cuerpo volteando a ver a Poché, me di cuenta que no tenía ropa y por supuesto yo tampoco, recordé la noche anterior y no puede evitar sonreír como boba, había sido una increíble noche. Me levanté con cuidado no quería despertar a Poché, me dirigí al baño tenía que darme una ducha, me detuve antes de entrar, tenía que ir por ropa fui a donde mi maleta y saque una pijama nueva, no aria nada hoy así que me pondré una pijama, volví al baño, deje mi ropa donde no se mojara, vi mi desnudez en el gran espejo del baño, estuve paseandome desnuda por toda su habitación, inmediatamente me sonroje, solté una risita y entre a la ducha.

Salí ya cambiada y toda esa vaina, hora actual 9:03 a.m. decidí despertar a Majo tal vez tengo algo que hacer y no puede estar echada todo el día.
La moví despacio de un lado así otro pero no despertaba, lo intente un poco las fuerte pero seguía sin despertar, me rendí dejando su cuerpo mirando hacia el techo, estaba a punto de irme cuando vi el gran bulto que sobresalía en las cobijas, mordí mi labio juguetona tratando de contener la risa por lo que estaba pensando.

Así la voy a despertar. Pensé

Pase mi mano arriba de su entrepierna, reí un poco por la cara de Poché, repetí mi acción con un poco más de fuerza, su cuerpo se tenso y movió sólo sus caderas, lo volví a repetir pero ahora moví ni mano de arriba a bajo, puso una de sus manos arriba de la mía, se delató ella misma ya estaba despierta.

- Deja de fingir Poché, ya se que estas despierta - quite mi mano mientras la regañaba 

-° Pero... pero ¡Calle! - se quejó

- Pero nada levantate ¿El se levanta primero que tu? No lo puedo creer - comencé a reí mientras miraba como Poché se paraba y se metía al baño

-° ¡El madruga mucho!-- gritó, volví a reír

- ¡Te espero a bajo bebe! - avisé

-° Esta bien, ahorita bajo - asentí como si pudiera verme y me fui, baje al comedor donde ya estaban vale, Juana y Mario, los salude mientras me sentaba

- ¿Qué tal dormiste calle? - pregunto Mario, me sonroje

- La verdad de maravilla - le sonreí

- ¿Cuánto le mide? - dijo Pau tomando mis hombro, acababa de llegar

- ¡PAULA! No hagas esa pregunta en frente de mi, no me quiero traumar - le contestó Vale, yo sólo reí

- Eso no se pregunta Pau - le dije un poco calmada, vi que Mario estaba riendo igual que yo, Juana estaba sonrojada

-° ¡Buenos días! - Poché llegó a la mesa con toda la actitud del mundo

- ¡Buen día pochas! ¿Que tal tu noche? - pregunto Pau coqueta, majo casi escupe el agua que estaba bebiendo

-° Emmm... bueno pues bien - dijo con pena

- Ya lo creo, pobre cama - Vale estaba preocupa más por la cama que por nosotras

- Si pobrecita, ¡Tuvo un terremoto y dos tsunamis casi al mismo tiempo! - se lamentó Mario, abrí mis ojos como plato sintiendo como la sangre subía a mis mejillas

-° Bueno ya, fue mucho bulliyng por hoy - reprocho Poché - mejor ya desayunamos - sonrió y todos empezamos a comer, risas y más risas era lo que inundaban el comedor, con trabajo y pude terminar mi desayuno.

Cuando terminamos pues simplemente nos levantamos y nos fuimos a nuestras habitaciones o bueno Poché y yo si. Me acosté en la cama dispuesta a dormir ya que anoche estuvimos ocupadas, cerré mis ojos en busca de una relajante siesta pero sólo me gane un abrazo de parte de mi novia quien comenzó a moverme.

-° Oye no te puedes dormir Calle, hoy viene tu papá - susurro para luego pararse y tratar de irse, pero claro yo la detuve volviéndola a acostar sentándome en su regazo, la mire con una sonrisa

- ¿De verdad viene? - asintió - ¡Genial! Ya quiero verlo ¿Crees que note algún cambio? Yo creo que si, pero... y si no los ve, ¿Qué me va decir? Que soy una pinche floja que no hace nada, uy no ya casi pué... - 

-° ¡Calle ya! El podrá ver tu progreso, de alguna manera, pero lo verá - le sonreí en medio del beso que le di

- Bueno supongo que tienes razón.

-° Si que la tengo guapa mía - le sonreí - dijo que llegaría en un rato como alas 11

Asentí - ¿Y que hora es?

-° A ver son... las 11 - soltó una carcajada - no debe de tardar en llegar.

- Bueno entonces me voy a cambiar - estaba por bajarme de su regazo cundo le timbre sonó

-° Se te acabo el tiempo bebe - dijo con una sonrisa

- ufff si, a ver bajemos - ambas nos paramos e inmediatamente nos fuimos hacia la planta baja. Antes de poder bajar completamente las escaleras vi algo o más bien a alguien a quien no esperaba en lo absoluto

- ¡Ratona! ¿Como has estado? - mi padre corrió hacia mi

- Pues he estado muy bien la verdad - contesté sonriente

- ¿Hasta que edad la dejaras de tratar como una bebe? - mamá interrumpió el momento

- Nunca, ella siempre será mi bebe - dijo mi papá abrasandome, vi como Poché sonrió

- ¿Puedo saber por qué estás aquí? - le pregunté a mi mamá con un poco de frialdad

- ¿Qué no puedo venir a verte? - se encogió de hombros

- ¡NO! Tu me rechazaste sólo por mi orientación sexual, se supone que no querías verme nunca más, por eso pregunto - le dedique una falsa sonrisa

- Dani mi amor, eso sólo es una etapa ya verás como tendrás un excelente novio en un futuro, la bisexualidad se acaba rápido.

- Ya tengo pareja, así que puedes agarrar el futuro que ya me planeaste y metertelo po... - me interrumpieron

-° ¡Calle! Ven te tengo que decir algo - Poché me alejo - oye que te sucede, estas muy agresiva - tomó mis manos mientras me daba un pico

- Lo siento, es mi mamá, es súper homofobica - baje mi cabeza - quería decirle lo nuestro pero al parecer es la misma persona de siempre - me lamente

-° Tranquila, después les decimos es mejor evitar problemas.

- Tienes razón Poch - le di un beso

- ¿Conque ella es tu pareja?

¡No mames! ¡Nos vio! ¡Ya puedo darnos por muertas! ¡Le dirá de cosas a Poché! ¡Ay no, la va a amenazar!
¡PINCHE VIEJA! Vamos Daniela respira, ahora toma impulso y corre. Tome la mano de Poché y la obligue a correr junto conmigo, subimos escaleras arriba pasando el pasillo a la velocidad de la luz, la empuje a su habitación y cerré, ahora si que puedo morir, no hay por donde escapar, unos fuertes golpes me alarmaron.

Sentía que en cualquier momento mi alma abandonaría mi cuerpo, Poché me dijo que esperáramos ah que se rinda y se vaya, eso funcionó pero sabía que abajo estarían asta que saliéremos, si que estamos fritas.

Justo...

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