C o m p l e t a
Él era el gran Alpha de Alemania.
Ella una humana esclavizada.
Él fue libre toda su existencia.
Ella estuvo cautiva cinco años, su padre la había vendido al peor hombre que la pequeña Eider pudo conocer.
Estaba en medio de las vías...
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Alpha Ikender •Engaño•
Me acerqué hasta donde se encontraba Ciannel, era una de las mejores organizadoras que conocía.
—No esperé verte aquí, la verdad creí que no vendrías— la rubia se dio la vuelta con una enorme sonrisa.
—No me perdería esto por nada del mundo Alpha— comentó bebiendo una copa de champagne.
—¿Y ya encontraste ha algún vampiro que se sume a tu lista de Conquistas?— rió ligeramente rompiendo la copa en sus manos.
—No soy una cualquiera Claster— reí amargamente. Claro que lo era.
«No pensabas eso cuando te acostabas con ella»
*Hagret Cállate, eso fue antes de Eider*
—Necesito tu ayuda— dije directamente.
—¿Tú necesitar mi ayuda?, ¿Para?
—Voy a casarme, quiero que organices la mejor boda de todas. La boda de tu Alpha— abrió su boca sorprendida, sonrió de tal manera que sus colmillos se hicieron presentes.
—Y será un honor, mi Luna estará complacida con mi trabajo, claro que lo hago por ella y no por ti, por cierto, ¿en donde está?
—Ella está en..— volteé esperando verla sentada en una de las bancas pero no estaba allí. Tragué en seco, su olor era débil. Me alarmé en seguida. Corrí hacía todos lados tratando de encontrarla. Rosel al verme se acercó confundido.
—¿Se te perdió tu pelota perrito?— Sonrió burlón. A veces este vampiro tenía un carácter verdaderamente molesto.
—Eider, ¿en dónde está?
—Ella está en— señaló la misma banca que yo hace unos minutos. Podía jurar que se puso más pálido de lo que ya era.
—Mierda— maldijo entre dientes. Gruñí furioso. No podía detectar su olor y eso solo significaba una cosa.
«No estaba en el territorio»
Un rugido bestial salió de mi garganta alertando a mis hombres y a cada lobo de la manada.
Lort Ashton se abrió paso entre los vampiros confundido por mi acto.
—¿Sucede algo Alpha?
—¡Eider no está!, si me llego a enterar de que esto solo fue una cubierta para hacerle daño a mi luna te juro que…
Pero no pude terminar la oración, el vampiro me tenía del cuello alejándome del suelo. Sus pupilas se volvieron negras y no rojas a diferencia de los vampiros normales.
—No hables de más Alpha, te aseguro que ninguno de mis vampiros tomó a tu mujer, te ayudaremos ha encontrarla— me bajó lentamente. Matías se puso a lado de mí, al igual que mis demás guerreros.
—¡Busquen a su Luna, y encuéntrenla!— grité con todas mis fuerzas. No podía perderla, esto debía ser una jodida broma.
—¡Ya escucharon, apoyen al Lobo!— los vampiros desaparecieron, corrían buscando indicios de mi Luna.
La desesperación empezó a embriagarme, tenía que encontrarla, no podía perderla.
—¿Cuándo fue la última vez que la viste?— Ashton se cruzó de brazos.
—Hace un momento, minutos, estaba sentada.
—Dejaste sola a tu Luna en medio de cientos de vampiros y lobos, siendo ella una humana. Eres más ingenuo de lo que pensé Alpha— cerré mis ojos y apreté mis manos en puño.
Tenia razón, la había dejado sola, cuando ella era parte de mí.
—La buscaré por cielo, será más Fácil— fruncí el ceño cuando dijo eso. Matías y yo nos miramos entre sí. Iba a preguntar a qué se refería cuando sus ojos se volvieron completamente negros, las venas de su rostro se marcaron en dirección a sus mejillas, detrás de él dos alas enormes salieron a la luz. Me quedé petrificado al verlo.
—Lort Ashton es uno de los primeros vampiros en existir, él es más que nada una creatura de oscuridad— comentó mi beta.
—Te equivocas, la verdadera creatura vive dentro de él, y es capaz de destruirnos a todos.
~*~ El sol se estaba poniendo, y no había rastro alguno de mi pequeña. La impotencia y preocupación estaban terminando conmigo.
Rosel estaba peor que yo, se culpaba infinitamente de esto. Nadie podía estar cerca de él sin que empezará a gritar. Los vampiros y lobos seguían buscando. Yo me encontraba en los jardines, Cristina trataba de calmarme. Ella era como una madre para mí.
—Quizá fue de compras a la cuidad o…
—No creo que sea así— Ashton salió del bosque, ya no era esa creatura de hace unas horas. Nos mostró una pluma verde.
—¿Qué tiene que ver la pluma de un pájaro en esto?— pregunté.
—Huele de quién es la pluma Alpha— la tomé en mis manos pasándola cerca de mi nariz. Mi respiración se aceleró constantemente, el enojo, la rabia.
—Lorein…
~*~
Desperté en una habitación, no era pequeña y tampoco grande. Quise ponerme de pie pero una cadena estaba sujeta a mi pierna. Empecé a jalarla con desesperación.
«No podía pasarme esto, no otra vez»
Quise llorar pero me dije a mi misma que no era lo adecuado. La perilla de la puerta empezó a girar, mis manos temblaban.
— Jamás debiste escapar lejos de mí princesa— levanté la cabeza encontrándome con el rostro de la persona que tanto daño me había hecho.
—Rixton— murmuré con temor.
El capítulo fue corto. Para dejarlos con más intriga ok no. Jejeje. No olviden votar y comentar. Pronto subiré uno nuevo. Gracias por leer!
