Capítulo 27

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Alpha Ikender

•Hadas del bosque•

«Embarazada»

No podía ser verdad, no estaba lista para ser madre, y la idea jamás se había planeado en mi mente. Terminé de devolver el desayuno. Suspiré.

—¿Estás seguro?— Aunque no tenía porque mentir. Su sola expresión me indicaba que era verdad. Estaba embarazada.

—Sé que te sientes abrumada. No voy a dejarte sola en esto, Eider, tú y ese bebé son mi vida entera— no pude evitar llorar. Aunque prometí no hacerlo más, esto me superaba.

Estaba atada a este mundo irreal, estaba destinada a vivir lo que otros solo imaginan.

—¿Qué pasará?

—Por ahora ustedes son mi prioridad, cuando la tormenta pase, regresaremos a Alemania, voy a darle caza a Lorein.

—Max— susurro recordando su traición—Él fue cómplice de Lorein para secuestrarme, pudo haberme ayudado pero no lo hizo— su expresión se endurece.

—Lo sé, pequeña vi todo lo que viviste, y créeme, van ha pagar muy caro su traición—Froto mis brazos tratando de darme calor. Ikender parece notarlo porque me acerca hacía la chimenea, nos acurrucamos en un sofá.

—Rosel me encontró, luego desapareció con Dalia, ¿ellos?

—Tranquila, tu amiga debe de estar con él, digamos que no pensó encontrar a otra alma gemela.

Esta vida era tan impredecible, comprendía la existencia de licántropos, brujas y vampiros, estaba segura de que existían otras creaturas. Creaturas tan pequeñas y fuertes, tan grandes y débiles.

—Cuando era pequeña mi mamá me contó una historia sobre unas hadas llamadas Limberems. Según ella una noche vio a una, pero en un parpadeó desapareció, investigó a fondo, años después dio con ese nombre al traducir un viejo manuscrito en latín.

—¿Quieres saber si esas
hadas existen?— Asentí con la cabeza mirándolo a los ojos.

—Aguarda un momento— se puso de pie yendo hacia la ventana.

—La tormenta está un poco tranquila, no pasará mucho para que regresé— fruncí el ceño. ¿Qué quería decir con eso?

—Tienes que abrigarte, ven— me tomó de la mano, abrió un enorme clóset colocado en la habitación. Buscó algunas prendas hasta que sacó un abrigo.

ALPHA IKENDER +21©Where stories live. Discover now