Capítulo 30.

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Quedan 4 capítulos.

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Alpha Ikender

•Inevitable•

«Mi madre»

No podía ser cierto, era imposible, ella no podía, no debía. Mis lobos le hacen una reverencia al antiguo Alpha cómo señal de respeto. Respeto que no tendré en unos momentos. En la dinastía licántropa estaba mal visto el rechazo hacia tu mate, existía sí, pero eran pocos los lobos que rechazaban a sus parejas. Los cuatro Alphas supremos del mundo tenían la única misión, de mantener el orden con las otras sub manadas de esta tierra. Christopher, Elián, Hirok y yo, siempre seríamos los primeros descendientes de la Luna. Nuestras familias forjaron lo que es hoy en día, nuestra raza.
Román mantuvo a la manada Aertom en los puestos más altos de desarrollo. Y mi madre, hija de un Beta, perteneciente a una jauría de escocia. Con execelente reputación. Se unieron en un congreso. Creí que existía amor en ellos. Ahora veo que me equivoqué. Pero si mi padre me consebió fuera del matrimonio con una lobezna. Eso me convertía en un bastardo.

"Ikender. Eres hijo de Alpha, hijo de sangre pura. Posees la nobleza de Cristina, y no la amargura de Sophia"

Respiré profundo. Regalo una mirada de odio a mi padre. Tengo que mantener la cabeza serena. Max debe pagar. Mi Luna debe estar a salvo.

—Aclaráremos esto después— levanté la espalda del suelo dándome la vuelta. No podía desviarme de lo que haría, no ahora que estaba tan cerca de vengarme por la traición de Max.

—¿Cuál es el juramento
de un guerrero?— Le pregunto levantando la espalda al aire.

—Serle  siempre fiel al Alpha y proteger a la manada— Responde y sé que toda la culpa no es de él. Le hubiese perdonado si su única traición hubiese sido matar a mi supuesta madre. Pero su crimen fue aún más grave.

—Fuiste un noble guerrero. Que la diosa luna se apiade de ti— volteo a ver a Rosel quien ya sabe que hacer, a una gran velocidad se lleva a Eider y a la rubia dentro de la mansión. No querría que viesen esto.
Rápidamente, sin contemplaciones le corto la cabeza a Max dejando rodar lo último de su existencia. Tuvo una muerte rápida, por una vida a mis pies.

— Limpien esto — los demás soldados se encargan de sepultar el cuerpo de Max en nuestro cementerio. Era un lobo solitario sin familia. Muy en el fondo esperaba que en su próxima vida fuese diferente.

Mi padre seguía de pie contemplando la escena de manera sería. Tenía tanto tiempo sin verlo.  Entré a la mansión esperando que me siguieran el paso.

ALPHA IKENDER +21©Where stories live. Discover now