Imperio de Mentiras//Jerrie G!P

No Puedo

Al día siguiente Perrie despertó muy temprano, se dio un baño y se fue a la oficina, ni siquiera desayuno con Jade, quien se despertó y sintió un vació al ver que su esposa la había dejado otra vez, no entendía que pasaba, pensó que tal vez todo se debía a que Perrie no estaba acostumbrada a vivir con alguien, sumando a eso el estrés del trabajo, la castaña se levanto, también se dio un baño y bajo a desayunar, al ver la mesa puesta sin desorden pregunto a la mujer de servicio sí su esposa había desayunado, la chica contesto que no, Jade dio un suspiro y se puso a comer ella sola.

Más tarde mientras estaba en su cuarto, se encontró con la ropa que Perrie llevaba puesta el día anterior, la recogió y al momento de levantar la blusa sintió un ligero aroma diferente al de su esposa, la olfateo y en efecto ese no era su perfume, luego miro el cuello de la blusa y tenía una leve marca de labial, eso hizo que su corazón se rompiera, acaso Perrie le estaba siendo infiel? Por eso se portaba así con ella? Inmediatamente negó con la cabeza borrando esos pensamientos, era imposible que la rubia le estuviera haciendo eso, pues le había dicho que la amaba, que estaba muy enamorada de ella, tal vez cuando se quito la blusa se mancho con su propio labial y el perfume seguro era de Lauren, quien tal vez le dio un abrazo cuando se despidieron y el aroma se impregno en las prendas de Perrie, si, eso debía de ser lo que paso, se repitió constantemente.

Ya por la tarde Perrie regreso a casa, pero esta vez no fue como los días anteriores, ahora había llegado con un enorme ramo de rosas, y cuando llego pregunto enseguida por su esposa, quien estaba en su habitación leyendo

—has llegado—sonrió al verla en la puerta de la habitación con las rosas, a Perrie se le encogió el corazón de ver la cara de Jade con una sonrisa tierna, se acerco a ella y estiro su mano para ponerla de pie junto a ella

—son para ti—entrego el ramo y Jade estaba fascinada—yo... Bueno... Se que estos días...—Perrie no pudo seguir porque los labios de Jade la callaron, y la rubia no se pudo resistir profundizo más el beso y coloco sus manos en las caderas de la castaña, debía admitir que había extrañado sus besos y... Su mente se detuvo cuando se dio cuenta de sus pensamientos, inmediatamente se alejo de ella—arréglate, vendrán tus tíos a cenar—fue todo lo que dijo en su ya últimamente muy usado tono frío y salió de la habitación, dejando como siempre a Jade sin entender nada.

Más tarde, ambas ya estaban en la mesa acompañadas de Orlando y Natalie

—es una pena que Janet no viniera—comento Jade

—si lo sé, pero tenía cosas que hacer respecto a la universidad, ya sabes, esta por titularse—contesto Natalie

—si no se hubiera tardado tanto en entrar ya estaría ejerciendo—volvió a agregar Jade con una leve sonrisa, Janet no había querido estudiar y se había esperado casi 4 años para finalmente comenzar una carrera, todo lo contrario que Jade, quien ya había terminando hace un par de años

—lo sé cariño, pero es Janet de quien hablamos, gracias al cielo se graduara—comento Orlando con gracia—pero díganme que tal la vida de casadas—

—no nos podemos quejar, es lo que siempre quisimos, no cariño?—contesto Perrie tomando la mano de Jade quien solo la miro

—ammm...si—Dijo algo dudosa y dio un gran suspiro—realmente somos muy felices, como todo, hay días buenos y malos pero nuestro amor es más fuerte, cierto amor?—

Perrie se quedo callada, no esperaba esa respuesta, otra vez la culpa la invadió, ella no estaba enamorada de Jade, o si?

—claro—

—me alegra que Jade encontrara alguien que la ame y respete como se debe—

Jade asintió y Perrie palideció haciendo que su tono de piel fuera más blanco de lo normal, sin pensarlo bebió rápidamente de su copa de vino. Natalie continuo hablando