El misterio de Villa Flan

la calma antes de la tormenta

Holaaa bienvenidos a Villa Flanes :) Antes que nada quería dejar algunos Trigger Warnings por si acaso. Este es un fic inspirado en el juego de "Pueblo Duerme" y por tanto van a haber asesinatos y van a morir personajes en cada capítulo. Voy a intentar no hacer las muertes muy detalladas por si hay alguien sensible pero avisados estáis. 

(tambien quiero decir que todas las muertes y las acciones de los personajes vienen hechas por un randomizador, por lo que ni yo sé que va a pasar al final aun ni cuanto durará el fic porque eso depende de como de rápido pillen a los malos jeje)

Aun así espero que os guste el fic y que os entretenga un ratito :) Nos leemos!

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Amaneció un hermoso dia en Villa Flanes, esa pequeña villa situada al sur de aquel hermoso y lejano país del cual poca gente se acuerda. A pesar de ser una villa algo olvidada, los habitantes de esta vivían felices y tranquilos cosechando sus verduritas, jugando al bingo por las noches y teniendo mil y un amoríos, porque ¿qué otra cosa podrían hacer para pasar el rato?

El alcalde, como cada mañana, salió al balcón en pijama (su icónica camiseta naranja y los pantalones bombachos, regalo del alcalde de Villa Pollo) tecito en mano para observar como el pueblo iba cobrando vida poco a poco.

Miró hacia la derecha y sonrió al ver como un grupito de cinco salía corriendo calle abajo, probablemente tarde a su primera clase del día.

-¡Andrea, Yaiza no corráis!- riñó como buen alcalde

-¡Es que Salvi se ha dormido y llegamos tarde!- exclamó una de ellas aminorando un poco el paso para hablar con el chico

-¡Ha sido culpa de Irina!

-¡Oye a mi no me eches la culpa!- se defendió su hermana- Has sido tú el que quería trencitas de buena mañana.

-Porque hoy entreno y me molesta el pelo- le hizo burla empezando así un guerra entre ambos

-¡Chicos!- exclamó Flavio desde el balcón- Deberíais iros si no queréis que vuestra madre os eche la bronca

-¡Mierda! Mamá nos va a matar ¡Vamos!

-¡Adiós señor alcalde!- se despidió Atenea a gritos corriendo calle abajo para intentar no llegar muy tarde al instituto.

El de gafas solo pudo sonreír sabiendo la bronca que les echaría Pau a los hermanos por llegar tarde. Una de las desventajas de que tu madre sea la directora del colegio del pueblo era que te caían más broncas de las normales. Sorbió de nuevo su té, sintiendo el calorcito reconfortante de la bebida y miró al frente sabiendo que, como cada mañana, vería a su pareja favorita dando un paseíto hasta la parada del autobús para ir a la universidad.

-¿Qué mira tan atento?- preguntó una voz a su espalda haciendo que se girara para ver a su asistente

-Miro a ver si las Lucias consiguen coger el autobús hoy o no- confesó- Últimamente Lu anda algo adormilada y muchas veces lo coge Lucia sola.

-¿Se habrán peleado?- Raquel avanzó hasta el balcón, no se fuera a perder algo que pudiese contarle luego a su novio.

-No creo... o al menos eso espero- bebió de nuevo el té y miró hacia la izquierda esta vez- Mira ahí van Sara y Anna, ya estaban tardando mucho en irse para el colegio.

-¿Cómo se puede saber el horario de todo el mundo?- preguntó la chica divertida por la actitud de su alcalde- Yo a penas me sé el suyo y el mío, como mucho me puedo saber algo del de Andrés.