VII

145 47 39
                                    

Al que escribe tristes versos
sobre mi piel curtida,
navegando siempre inmerso,
acariciando cada herida.

Al que recita amargos besos
sobre mi rota sonrisa...
en su mente somos presos
de un laberinto gris y sin salida.

Al que no puede ser feliz por eso,
sobre mi cabeza podrida...
ya nunca podría salir ileso,
aunque resigne llorando mi partida.

No me escribas más textos,
no me recites más poesía.
Este espíritu nunca será converso,
jamás podrías evitar su huida.

Alter EgoWhere stories live. Discover now