Epílogo, parte 4

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    La entrega de diplomas llegó a su fin y con ella el inicio de una nueva etapa en la vida del grupo de amigos que formó el periodo escolar. Jessica y Rayan iban a ir por su cuenta hasta el siguiente punto de encuentro con los chicos, que era el local de comida chatarra, ya que habían llegado con su motocicleta mientras los demás debían ir en el transporte público; que era el autobús, donde tantas vergüenzas habían pasado. Al menos los pasajeros nunca eran los mismo, sólo deseaban no volver a ver a los que escucharon que a Agnes le besaron los pechos. Era todo lo que pedían. No obstante, el festejo debería llegar más tarde, porque un increíble Ferrari llegó a toda velocidad frente a sus ojos parando casi encima de donde estaba estacionada la muy tranquila moto de Rayan. No le hizo nada grave, solo la volcó de su sitio.
      -¡¿Pero qué mierda?! -exclamó colérico el dueño de la moto y corrió con los puños apretados hasta el conductor de ese llamativo vehículo.
     Sin embargo, a Rayan se le frunció la dignidad en cuanto Mattwell bajó de esa nave con cara de pocos amigos. Bueno... no solo a Rayan se le escapó el valor por el retrete, sino también a los chicos que miraron pálidos al individuo que estafaron su bien obtenido dinero y se fueron de viaje con el.
     -¿Mattwell?... -llamó Rayan bastante nervioso al alto chico de cabello oscuro que no dejaba de acercarse hacia él para tomarlo de cuello y dejarlo lejos del suelo.
      -¡¿Qué hiciste con mi dinero, Rayan?! -exclamó sin paciencia esperando recibir una respuesta que le sea de utilidad contra el manojo de nervios que llevaba encima.
      -¡Hey! Tu dinero me temo que ha sido extinguido hace mucho tiempo, Mattwell -le respondió Marcus tratando de salvar a su amigo quien no podría haberle contestado con el cuello estrangulado.
     El gigante modelo de revista soltó al joven acobardado y se paró frente a su siguiente objetivo. El corazón de Agnes se aceleró ante el temor de que ese chico golpee a Marcus, así que se acercó junto a él para defenderlo, pero era bastante inútil de su parte.
     -¿Ya no tienes mi dinero? -escupió furioso con los ojos en llamas.
      -Al menos siéntete feliz de que lo usamos como Dios manda -le contó Rayan mientras aún seguía inclinado sobre sus rodillas recuperando el aire que le había sacado.
     La primera en asustarse en quedar viuda ahora rodó los ojos ante las inteligentes palabras de su novio.
      -Voy a matarte -sentenció el alterado chico volviendo hacia donde estaba el alma del descerebrado mental.
     Pero Marcus actuó con rapidez y jaló el hombro de Mattwell para que vuelva a voltearse hacia él. Sin más paciencia el furioso chico lanzó un golpe a la mejilla de Marcus. No obstante, la tonta de Agnes se colocó delante de él soltando un grito aterrador, aún así ninguno de los dos sintió nada. Marcus era el que más desorbitado estaba al ver como el puño de Mattwell se detuvo a centímetros del rostro de su novia.
     -¿Qué demonios te pasa animal? -escupió Marcus con intenciones de matarlo quitando a Agnes del medio, lanzándola hacia atrás junto con los demás.
     -Ubícate que no le he hecho nada a tu perra sin correa -le retó Mattwell sin relajar la expresión con la que había caído desde que llegó.
     Marcus trató de golpearlo pero el chico salido de Matrix esquivó cada golpe.
     -¡No viene para verte pelear como niña, necesito mi dinero! -exclamó cansado de ver a Marcus ahora con los nervios colapsados.
     -¡No tenemos tu dinero! -le gritó Agnes con lágrimas cayendo de sus ojos por el susto que se había llevado anteriormente.
     Mattwell dejó de lado la payasada que Marcus hacía y se acercó frente a la aterrada chica.
     -¿No quedó nada? ¿Gastaron todo? -preguntó con seriedad y desesperación.
     Marcus seguía furioso tratando de darle y en cuanto quedó solo, en el escenario que había montado, corrió detrás de Mattwell para que le dé pelea y no lo ignore, pero el que en verdad estaba con el tiempo contado era otro. Así que cansado de su show llevó su puño hacia atrás golpeando la nariz de Marcus sin siquiera voltear a verlo. Al menos dejó de molestarlo.
     -¡¿Qué te pasa por qué hiciste eso?! -clamó Agnes golpeando el pecho de Mattwell con mucho rencor en su sangre.
     Al menos Rayan corrió a asistirlo.
      -Necesito con desesperación dinero para un abogado o al menos cualquier abogado -le contó con el ceño apretado dudando de que esa niña entendiera sus problemas.
     -¿A quién mataste ahora, Mattwell? -le preguntó Marcus con gracia desde el suelo, mientras se agarraba su sangrada nariz.
      -A nadie, idiota. Necesito un abogado para que me vuelva a esposar con Margaret.

















¿Conoces al chico nuevo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora