➢Auxilio

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Es increíble como el cuerpo puede actuar frente a distintas situaciones, o personas. Cuando algo te gusta, te relajas, cuando te frustra, pues te tensas. Pero en esa situación, con aquel chico de ojos negros con ruidos detrás de él, sacando alas, alas negras, en esa situación, había miedo, aún corriendo te alcanzaría, solo tenías que pensar una cosa.

Tengo que sobrevivir.

No te salvaría solo pensarlo, pero era una de las únicas cosas que te harían seguir corriendo. Ambas sabían que Harvey no era humano, pero verlo de esa manera, era lo que de verdad asustaba, cuando lo veías pasar o cocinar, era alguien muy dulce, lindo, era como un niño, hay quien dice por ahí que los más agradables, son los más destructivos y eso aplicaba en él.

Había que actuar rápido, y eso hicieron, Hailie tomó un puñado de harina, lo arrojó y cayó en los ojos de Harvey, y eso fue todo lo que necesito la menor para pasar por su lado corriendo y salir de ahí mientras la otra chica se agachó. Guiado por la sangre, siguió a Naomi, quien intentaba correr hasta el salón gigante, abrió las dos puertas y entró, pero aquel monstruo fue más rápido, antes de que cruzara la entrada el ya la había agarrado.

—¡Harvey, por favor!— gritara como gritara, él no la escuchaba, el lado de él que ella conocía había sido encerrado en su cabeza, y su subconsciente lo lideraba, aquel que le decía que la devorara, que sería fácil y que sería fascinante hacerlo.

Otro aroma le llamo la atención entonces, sangre, su olor mucho más fuerte, y podía sentir las gotas de esta caer, sabía que sería dulce aún sin probarla, y soltó de golpe a Naomi haciéndola caer al piso Biblioteca, aquel olor estaba ahí, y como no estarlo si Hailie estaba escondida ahí.  Con la desesperación de ver a su amiga correr, había tomado el cuchillo y había ido hasta la biblioteca, agarró un adorno, una copa de plata, eso parecía, hizo un corte en la Palma de su mano y espero hasta que cayera ruidosamente en la copa. Dolía, pero dolería más ver a su amiga muerta, así que solo aguantó el dolor hasta sentir la puerta abrir, la sangre seguía goteando y el líquido comenzaba a llenar aquella copa, él lo sintió, y en un solo parpadeo el ya estaba detrás de ella, se agachó y la agarró del cabello, hasta levantarla, agarró su muñeca izquierda viendo la sangre correr por el brazo. Antes de poder comenzar a beber hasta matar, un golpe en la cabeza lo hizo mirar hacia atrás, Naomi lo había comenzado a atacar, tirando libros, almohadones de los sofás, lo que le sirviera para que soltara a su amiga y lo hizo, la soltó y fue hasta ella, sus alas arrastrando la acorraló hasta un estante, levantó una de sus alas un poco más y con esta la golpeo haciéndola caer de nuevo, solo la miro mal, y Hailie con uno de los libros volvió a golpearlo. Era demasiado y ya era hora de correr otra vez, esta vez no podía hacer nada más, Harvey volvió hasta ella, caminado lento, no se movería de ahí, ella lo sabía y él también, estaba atrapada en ese lugar y serie devorada, así que solo cerró los ojos con fuerza y espero lo inevitable. Aquel ataque nunca llegó, al abrir los ojos vio la espalda de Drake, delante de ella, agarrando a Harvey del cuello.

—No te atrevas.— Le advirtió a Harvey, no permitirá que se comiera a nadie.

Estaba enojado, no era lindo llegar a su casa y sentir aquel olor a sangre, el cual reconoció muy bien, sintió la necesidad de correr, pensó que al ir a verlo ya no estarían vivan, para su suerte estaban bien, y planeaba que siguiera así. Tristan agarró por atrás a su amigo apretando su cuello con cuidado y Drake aprovechó para clavarle una jeringa en le brazo. Gritó un poco, se quejó, hasta que sus ojos volvieron a tener blanco y sus alas comenzaron a esconderse otra vez, y comenzó a dormirse hasta caer en los brazos de su amigo, quien lo llevó hasta el sofá y lo acomodó.

InmortalWhere stories live. Discover now