➢Toxicidad

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—No te morirás si pruebas.— James, novia su cabello negro de lado a lado, mientras le extendía un vaso con el contenido color carmesí a Hailie y esta lo recibió sintiendo el sabor metálico y salado, haciendo una mueca de disgusto, entregándoselo de inmediato mientras el reía.

Se habían levantado todos y habían preparado un desayuno gigante aunque ninguno de ellos comía excepto Harvey, quien a pesar de no necesitarlo comía como loco, y Charles, quien no sentía sabor alguno pero tragaba como si no hubiera un mañana. Los dos mayores bajaron y los vieron comer. Hailie se acercó a Drake, pero antes de que dijera algo este negó sabiendo lo que quería.

—Ya saliste ayer, hoy no.— La chica se agarró de su brazo y lo miró suplicante. Sabía que Drake, haría lo que ella quisiera si era amable, así que ocupo sus encantos antes de que negace otra vez.

—Por favor.— le dijo con una voz delicada, casi un susurro y se quedó mirándola embobado, sintiendo su brazo moverse, como una niña pequeña. — por favor, por favor, por favor. Volveré pronto, no te cuesta nada.— los chicos solo la miraron y Drake, suspiró y asintió.

La chica salió de la casa emocionada, mientras los demás miraban a su amigo extrañados por su actitud, la cual no era propia de él, y aprovecharon eso para molestarlo, el de ojos verdes sostenía el brazo de su amigo de cabello negro mientras Harvey, los miraba entretenido.

—Por favor, James. Por favor, por favor.—Alargó la última palabra y Tristan se hecho a reír.

—Primero bésame, querido Charles.— lo acerca a él y lo giró dando la impresión de un beso. Los demás reían, recibiendo la mala mirada del segundo mayor.

—Te controla como quiere, no es posible que tú, el que cree que todo es patético, te hayas dejado convencer por un acto tan "infantil" como dirías generalmente.— Charles hace las comillas con las manos y come un poco.

—Ya, callense, solo fui amable.— se sentó con ellos y miraba a Naomi quien solo escucha sin decir nada al respecto.

Siguieron comiendo y hablando, mientras la chica contaba los pasos y miraba los árboles caminando rápido hasta llegar al lugar acordado. Al llegar no veía más que arboles y aquella 'x' en el piso, pero no al chico. Esperó solo un momento y al ver que no daba señales decidió dar media vuelta y volver a casa, pero antes de poder dar un paso escucho un ruido.

—¿Ya te vas? ¿Te hice esperar mucho, verdad?— volvió a girarse, observando al rubio algo triste, dejándola sonreír.

—Solo pensé que no vendrías, pero estas aquí, así que no veo porque irme.— él chico sacó su mochila de su espalda, sacando una manta y dejándola en el piso para sentarse.

—Ven, es más cómodo que estar parados y mejor que sentarse en la tierra.— dijo palmeando un lugar a su lado y espero a que se acercara.

Para ella se sentía raro, él le estaba provocando cosquillas en el estómago, la puso nerviosa y él no se daba cuenta, el rubio era muy dulce, no lo conocía, era la segunda vez que lo veía y el chico la trataba con confianza, conocía algunas cosas de ella, por lo que decían en las noticias, y admitía que era muy linda. A ambos le hacían falta amigos, y ahora se estaban haciendo los mejores.

Hailie fue con él y se sentó a su lado, viendo como sacaba un celular de su bolsillo trasero, dejándolo entre ambos. —Escucha.— presionó un botón y comenzó a sonar una canción. —Salió hace un par de semanas, es muy buena y te la estás perdiendo.— la canción era alegre, pegadiza, te hacía moverte inconscientemente.

—Tiene su encanto.— el chico saco de aquella mochila un paquete de regaliz, ofreciéndole.— Gracias.— tomó uno, mordiendo con cuidado y miró al chico hacer lo mismo.— Oye, no quiero sonar, no lo sé, ¿rara? Pero me gustaría saber con que tipo de persona estoy sentada en medio del bosque haciendo una clase de picnic.— le dijo en un tono bajo, avergonzada por la pregunta y el solo sonrió.

InmortalWhere stories live. Discover now