Ｉｎｍｏｒｔａl

➢ Jugar con fuego

Despertar.

Es algo cómodo, es bueno despertar después de un gran sueño, uno muy profundo, pero si te despiertan, las ganas de comenzar bien el día, se mueren, y para Hailie, solo fue necesario un acorde de guitarra para agarrar su almohada y dejarla sobre su cabeza silenciando la melodía.

—¡Quiero dormir, Harvey!— el chico vuelve a tocar el acorde mucho más fuerte y le habla con una melodía dulce como si cantara.

—Yo también quería dormir, pero si yo no puedo tu tampoco.— fue tocando la guitarra más fuerte hasta ella y se tira a su lado mirando el techo.

—Te voy a romper la guitarra.— sacó la cabeza del cojín y lo miró.

—Deberías darme apoyo.— tocó la guitarra como un profesional en aquella melodía suave un momento y cuando paró la miro.—Porque mientras dormía, Tristan, llevó a Naomi, a desayunar y ahora están juntos.—  hizo un puchero y Hailie se ríe.

En todo ese tiempo, ambos se habían hecho amigos, así cuando Naomi se iba con el mayor, Harvey partía a hablar con su amiga, despejarse y confiarle sus secretos y alegrías.

—¿Hoy no se va a dormir con él?— se sentó en la cama y observo sus dedos seguir jugando con la guitarra.

—Todo sería distinto, si la dejaras volver a dormir contigo.— la chica alzó las cejas y lo ojeo sonreír.— Seria un gran final.— le hace ojitos y ella niega.

—Deberás seguir soñando, porque me siento cómoda durmiendo sola y ella no querrá volver.— siguió el juego, mientras el chico la miraba mal.

—No cantes es lo mío.— la ve reírse y se acercan más mirando el techo. —¿Haz algo por mi si?— dice y juega con las cuerdas de la guitarra.

—Claro, somos "H&H".— Harvey, la miraba confundido y Hailie sonrío.— somos el canal de televisión.— vio su sonrisa expandirse y soltar carcajadas mirando el blanco techo de la habitación, mientras tocaba una balada suave.

—Eso fue lo más estupido que eh oído, esta canción va para la tonta de mi amiga Hailie, por favor no te reproduzcas.— la hacia reír y sin darse cuenta que Naomi, se acercaba a la puerta para escuchar.— Esta serenata es para ti, mi preciosa amiga, que me cumplirá ese favor.— la menor los miraba indignada y antes de ver algo horrible para sus ojos, fue hasta ellos cayendo en medio de un salto.

—¿Que hacían?— los miro a los dos y negaron con la cabeza.

—Nada. Me vino a molestar para que despertara.— Harvey, siguió tocando y Hailie, se levantó de la cama y fue hasta el baño.

—Parecían divertirse sin mi.— miró a su amigo triste y este se resignó a seguir tocando.

—Estábamos jugando nada más, ¿que tal tu desayuno con, Tristan?— siguió cantando Naomi, sonrió.

—Tocas muy bien. Estuvo muy bien, gracias por preguntar.— sin saber que más decir levantó su torso y se puso casi encima de él.—¿No quieres ir a nadar?— entusiasmada por la idea le sonrió pero él tenía los ojos cerrados.

—Sería grandioso.— vio a Hailie salir del baño y siguió tocando. —Hailie vamos a nadar. Ponte tu traje de anciana.— la menor lo miro y luego a su amiga, la miro mal y esta abrió los ojos y negó.

—No gracias, podría morir ahogada.— sabía nadar muy bien, pero la mirada de su amiga significaba que si aceptaba, su vida se terminaría en el fondo del agua.

—Será divertido.— el chico le intento convencer pero siguió negando. De repente sintieron a alguien en la puerta y Tristan miró mal a Hailie.