Love Flew Away - bnha x male reader/oc! [CANCELADA]

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─── Uy, quieto.

─── Necesito una respuesta Makura─── lo acorraló contra la pared al lado de su cama, consiguiendo intimidarlo. El azabache pasó saliva, sabía muy bien a que se refería pero prefería hacerse el que no. Quería abstenerse ahora de pensar en eso.

─── No comprendo a que te refieres.

Como pudo se liberó entrando en su estado de nerviosismo, comenzó a caminar por toda la habitación  siendo perseguido por el ceniza.

Cada vez acelerando el paso con cada caminada, hasta que Makura llego al techo.

─── ¡Más te vale bajar!

─── Claro que no, me asustas.

─── Bien, quédate ahí y solo responde ─── Katsuki se notaba ligeramente irritado, eso lo preocupaba.

El ceniza se sento en la cama de su habitación, soltando un suspiro pesado. Con el ceño fruncido miro al azabache, este ante la mirada que le daba no le quedo de otra que bajar.

───Ya estabamos por comer que bueno que por fin bajan.

─── ¿Que comeremos hoy?

Todos se sentaron en diferentes mesas empezando a degustar la cena de la noche, todo transcurrio de buena forma, dialogando entre ellos haciéndose bromas.

─── Si que tenias hambre Yuki.

Izuku lo miro sorprendido, el azabache habia sido el primero en terminar y se habia servido un poco más.

─── Oh, si.

Limpiándose unos restos de comida de sus labios, le otorgo una leve sonrisa.

─── En fin, yo ya me iré a descansar, buenas noches a todos. 

Los pocos que aún seguían ahí respondieron de igual manera hacia el azabache.

Al llegar a su habitación solo se adentró no sin antes cerrar la puerta. Y se aventó a su cama, las ganas de mover un solo músculo no habitaban en él en ese instante.

De alguna forma se sentía cansado, desde que hablo con Bakugo tenia dolores de cabeza.

Tomo su celular que yacía arriba de una pequeña mesa al lado suyo, tenía unos cuantos mensajes de su familia y de su mayor de cabellos rubios. 

Apago el dispositivo poniéndolo en el mismo lugar de antes, su mirada fue posada en el techo viéndolo como si fuese lo más interesante. En tan solo minutos pudo caer por fin en el sueño.

La noche transcurrió con normalidad o al menos eso pensaban la mayoría de los estudiantes, que apenas tildaban las siete ya todos empezaban a levantarse.