La misma pesadilla |#CAMREN|

Capítulo 1

nota: esta historia salio completamente de mi mente, nada es real. Pido tambien una disculpa si algo de aquí es considerado una falta de respeto. Les pido tambien que tomen sus precauciones, pues es una historia fuerte, así que tomense su tiempo para leer. Algunas escenas pueden ser muy dificiles de leer.

Disfruten la lectura, milijaurello.

Doce años atrás...

Alex movía su muñeca de juguete, jugando con ella divertidamente. Me reí, era gracioso. Hace poco cumplió los diez años y ya se creía mayor. La otra vez me dijo que ya no iba a jugar conmigo.

Pero aquí estábamos, jugando.

Aunque su rostro parecía preocupado, muy preocupado. Me miraba, sonreía. Pero algo no estaba bien. Su rostro seguía tan afligido.

Me pregunté si la estaba aburriendo.

-¡Solo te estoy pidiendo algo de comer! ¡¿Qué acaso no puedes ni hacer eso?! Eres una mantenida de mierda.

Tal vez era por eso.

Miré como bajó la mirada y se mantuvo en silencio. Miré con atención la puerta, sintiéndome asustada de los mismos gritos.

-No pasa nada. No te preocupes -intentó calmarme.

Escuché un golpe que hizo que ambas diéramos un brinco. Ella se levantó rápidamente. Me quedé desconcertada y sentí esa presión en el pecho.

Odiaba cuando eso pasaba.

Cuando ese señor golpeaba a mi mami. Cuando los gritos eran altos y parecía tan malhumorado que todo hacía que se enojara. No me caía bien. Le hacía daño.

Estábamos comiendo tranquilamente y de repente llegó comenzando a gritar de nuevo. Mamá parecía tan asustada. En cambio, mi hermana me tomó de la mano y nos metimos a la habitación.

Sacó las muñecas, queriendo jugar conmigo; lo cual era extraño, pues no le gustaba.

Nunca parecía concentrada en nuestro juego.

Como ahora.

Se levantó, su mano temblorosa encendió la radio. Era una pequeña radio que estaba a un lado de la caja de música que era de Alex. Movió los botones de la radio y la música sonó. Era alta, casi insoportable.

Era lo único que se escuchaba. Esa música.

Fuera gritos, fuera problemas. Solo música.

Alex me sonrió, tenía los ojos cristalizados. Volvió a sentarse enfrente de mí.

Jugaba con las muñecas, recordando de repente que debía hacerlo. Supongo que esa canción le gustaba como para que llorara de esa forma.

No me sentía cómoda.

Algo pasaba. Podía darme cuenta. Era así hace tiempo.

Mi padre, Alejandro Cabello, murió. No sé qué pasó. Un día solo pareció muy enfermo, no se separaba de mí. Solo jugaba conmigo y mi hermana, me hacía reír mucho. Entonces se fue. No sé adónde, pero mami dijo que se había ido a un lugar mejor.

Solo sé que un día vi su cuerpo y Alex dijo que estaba descansando. Que era el adiós.

Y fue la última vez que lo vi.

Supongo que fue importante aquella vez que llegué del kínder y tenía un sobre en su mano. Lloraba mientras lo sostenía. Solo quería que jugara conmigo. Él lloró y me abrazó, diciendo que me amaba.