Capítulo 5

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Lauren me despertó.

Di un brinco al verla a un lado de mí. Instintivamente me cubrí la cara. Ella se rio, era una paranoica, lo sabía. Me reí yo también.

Luego comprendió mis instintos raros y se alejó, lo noté.

Me dijo que tenía que levantarme para llegar rápido a la primera hora.

Me di una ducha y me puse la ropa que estaba en mi mochila. No era muy diferente, seguía tan oscura y cubría gran parte de mi cuerpo.

Nos fuimos a la universidad en el coche de Lauren. Compró unos cafés y fue observadora para conocer el tipo de café que probé la otra vez.

Le agradecí.

Seguimos nuestro camino y cuando llegamos, no sabíamos que hacer. Me reí.

—Tú allá, y yo allá —señalé nuestros edificios respectivamente. Se rio. Y antes de irme, la abracé.

No era mucho de abrazos y cosas de contacto corporal, pero con ella no me sentía extraña. Se sentía incluso hasta calmante abrazarla.

Seguí mi camino y era de las pocas veces que llegaba temprano a la primera clase. Y sonreí, pues además, era de las primeras veces que no tenía una pesadilla en la noche.

No tenía sueño, ni despertaba gritando en la madrugada. Era solo dormir toda la noche. Se sentía genial.

Mi primera noche sin pesadillas después de mucho tiempo.

***

Paramos en casa de Alex. Le sonreí a Lauren.

—Llegamos —me sonrió de lado.

Dos semanas enteras hablando con Lauren. Sentía que la conocía de toda la vida. Siempre me mandaba imágenes graciosas por mensaje o simplemente platicábamos de cualquier cosa.

Había tomado la decisión de llevarme a casa y no estaba muy segura de molestarla con eso, pero ella insistía.

Creo que ha conocido mi vida casi entera en esas dos semanas.

Casi.

¿Era posible? Digo, ¿sentir que conectas con alguien a la perfección cuando tienen tan poco tiempo?

A veces creo que estaba coqueteando conmigo. Y a veces, yo coqueteaba con ella. Creo que lo hacía para pasar el rato, no creo que yo le guste. No lo sé.

—Gracias, Laur —agradecí.

—Ya sabes que tienes tu chofer personal —me guiñó el ojo. Me reí—. Nos vemos mañana, Camz. Trata de sobrevivir sin mí —rodé los ojos al escucharla decir eso.

Se inclinó cerca de mí, besando me mejilla. Creí que haría otra cosa y casi me infarté, pero solo fue un beso en la mejilla. Se dio cuenta de mi reacción y se rio.

Era la primera vez que lo hacía.

Le sonreí sin saber que más hacer y salí del coche. Era tan nueva en estas cosas del contacto con las personas que a veces podría incomodarme, pero solo por un segundo.

Cuando se fue, me acerqué a la casa. Golpeé la puerta y esperé a que abrieran.

Esta vez solo era Blake. Alex seguía molesta conmigo por lo de la otra vez. No me hablaba y era incómodo. Me dolía.

Podría aguantarme que mi madre esté molesta y me ignore, pero no ella.

—Hey, que bueno que llegas. Hice un pastel de limón, tu favorito —la rubia se acercó a mí, abrazándome. Le correspondí el abrazo.

La misma pesadilla |#CAMREN|Where stories live. Discover now