Un fin de semana en la reserva (1)

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Savannah estaba preparando su mochila con todo lo necesario, ropa, crema solar, ... y el temido... bikini. Ni siquiera sabía para que se lo echaba si dudaba de que fuera a ponerselo. ¿Dejar que sus amigos vieran cada una de las manchas en su piel? Lo cierto es que no era una idea que le agradase, de hecho la aterrorizaba. 

La castaña escucho el claxon de la camioneta de Jacob, así que la joven se despidió de su madre y de su hermano. 

Se subió a la camioneta con una sonrisa radiante, que Jacob correspondió. Fueron a recoger a Silvia a su casa antes de ir a la reserva. Su destino era la casa de Quil, este las había invitado a pasar el fin de semana. 

En cuanto llegaron, Quil las recibió con una sonrisa desde la puerta de su casa.

-Bienvenidas chicas, soy las primeras en entrar en mi dulce hogar. 

-Que honor -bromeó Savannah- ¿Donde dejamos las mochilas? 

-En la habitación del fondo. Por cierto, hoy vamos a la playa -avisó. 

Cuando Savannah dejó la mochila, observó a Silvia rebuscar en su mochila y agarrar el bikini antes de ir al baño. La castaña por su parte se quedó mirando el bikini como si fuera una bomba nuclear. 

Ellos eran sus amigos, habían visto sus piernas y ninguno había dicho nada, por que viesen un poco más no debía haber ningún problema. 

-¿Estas bien? -preguntó Silvia ¿cuánto tiempo llevaba ahí mirándola? 

-Si.

-Podemos cambiar los planes si no te apetece playa.

-No, no. Si me apetece. -dijo Savannah rápidamente. 

La castaña fue al baño para poner el bikini y luego la ropa. Agarró su toalla y las dos salieron hacia la camioneta. Cada uno llevaba algo, Jacob las tablas de surf, Embry la bolsa con comida y Quil, las toallas y las bebidas. 

Los cinco caminaron hacía la playa, en busca de un buen lugar para dejarlo todo. Por el camino, Silvia charlaba con Embry y Jacob con Quil por lo que Savannah aprovechó para mirar el paisaje. Sin duda era muy hermoso, el contraste entre el bosque y el mar era muy lindo. 

Por fin se pararon y dejaron todo sobre la arena de la playa. Silvia y Embry se sentaron en la arena y Savannah hizo lo mismo, pero al parecer Quil tenía otros planes pues no dejaba de incordiarla para que surfease  con Jacob y él. 

Savannah cedió aunque estaba roja de la vergüenza. Jacob y Quil se adelantaron metiéndose en el agua sin pensarlo mientras Savannah se quitaba la ropa quedando en bikini, intentando no mirar a Embry y Silvia que estaban sentados en la arena y seguramente veían la mancha de su espalda.

Agarró la tabla de surf y se metió en el agua. Fría era poco, estaba helada, pero dentro de lo que cabe era algo soportable. Se apoyó en la tabla y se acercó a los chicos nadando.

-Mi nivel de surf es menos 1 -avisó Savannah. 

Quil sonreía divertido. 

-No hay olas como para surfear pero te reto a llegar a la boya antes que Jacob -dijo Quil. 

-Acepto -dijo ella sin dudar. 

No hace falta mencionar que ganó Jacob, pero al menos la competición estuvo difícil. Aquel simple gesto le hizo olvidar que se encontraba en bikini y disfruto el remojo. 

Le gustaba quedarse sentada sobre la tabla y dejar que las olas la mecieran, era relajante o al menos lo era. 

Cuando algo rozó su pierna bajo el agua, toda tranquilidad se esfumó. Busco a Quil y Jacob con la mirada pero ambos parecían luchar a ver quien hundía al otro. 

El verano de SavannahWhere stories live. Discover now