La Secta.

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-Mamá, ¿tú sabes dónde están mis deportivas?

-Tú sabrás dónde las has dejado. Si las dejases siempre en el mismo sitio... -protestó su madre desde la cocina.

-Pero si siempre las dejo en mi habitación... da igual ya me pongo otras. -dijo resignada.

Savannah terminó de vestirse, luego se despidió de su hermano y su madre antes de montarse en el coche que esperaba en la puerta. Quil sonreía cuando la castaña se subió, estaba emocionado por volver a juntarse todos antes de que el verano terminase.

Siempre, desde niños, habían estado Embry, Quil y Jacob juntos, pero sentir que el grupo de amigos se ampliaba era... gratificante.

Cuando llegaron a la reserva, Savannah se bajó mientras Quil dejaba el coche de su madre aparcado en alguna parte. La castaña observó lo que parecía ser una fiesta en la reserva. Había varias hogueras diferentes, cada grupo había hecho la suya. También se percató que había más gente de la que esperaba, sería un poco difícil encontrar a su grupo.

-¿Pérdida?

Savannah se sobresaltó, girándose rápido. Había dos chicos tras ella, y uno le sonaba terriblemente familiar.

Uno tenía el cabello castaño, su piel era morena y sus ojos de un marrón chocolate.

El segundo chico, tenía el cabello negro, sus ojos eran marrones y su piel morena. Ambos se veían grandes y musculosos. Tan solo al cabo de los minutos, cayó en la cuenta de quien era. Uno de los chicos era Paul.

-¿Paul?

-Veo que aún te acuerdas de mí. -dijo con una sonrisa coqueta.

Ella rodó los ojos divertida y lo ignoró.

-No estoy perdida. Sólo estoy admirando el lugar.

El otro chico sonrió divertido.

-Quería... darte las gracias. No sé cómo lo hiciste... -habló Savannah

-¿De qué hablas? -preguntó el otro chico.

-Encontré a su perro... -informó Paul

-Así que eres esa chica... la chica que ayudó a Emily. Soy Jared.

-¿Emily?

-Sí, ella te esta buscando para darte las gracias cuando quieras buscanos.

-¿Ella está bien? Bueno a parte de las cicatrices...

Paul y Jared torcieron el gesto, un poco incómodos.

-Esta bien. -dijo Paul.

Savannah sintió un ligero alivio a pesar de no conocerla, fue un hecho un poco impactante. Hubiera preguntado más, tenía mil cuestiones y dudas sobre aquella chica en el bosque, pero no pudo.

-Savannah te estaba buscando. -dijo Jacob agarrándola del brazo con suavidad. -Vamonos.

Ella no entendía, ¿por qué reaccionaba de esa manera¿ ¿Era como... si ellos fueran peligrosos? El rostro de Jacob estaba serio y tan solo pudo sonreír a Paul y a Jared como disculpa.

Ellos parecían ignorar el hecho de que Jacob la había arrastrado lejos de ellos. Solo miraban a Jacob, con una mirada extraña.

Mientras, Quil estaba sentado frente a la hoguera estaba contando una historia. Embry estaba sentado con las piernas cruzadas y Silvia a su lado apoyando su cabeza en el hombro.

El verano de SavannahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora