Culpable [COMPLETA]

D I E C I N U E VE

La crueldad es uno

de los placeres más
antiguos de la humanidad.

—Nietzsche

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|Narra Desconocido|

Presente...

No puedo creer lo que mis oídos oyen.

—¡No!

—Señor, yo... —Lennon intenta explicarse, pero siento tanta furia que no puedo dejarle acabar y le corto gritando al audífono del móvil.

—¡Cállate inútil! ¿Como puedes ser tan imprudente? —estallo —. La tarea era sencilla, tenías que hacer que el avión se estrellara, y vas y fallas, ¡eres un completo incompetente!

Siento el rostro caliente por la furia que fluye por todo mi sistema y llega hacia mis puños, que se aprietan con fuerza y rabia.

—Señor, de verdad lo siento mucho, no tenía ni idea que él no estaba en aquel avión...

La vena de mi frente late con tanta fuerza que creo que estallará en cualquier instante.

—¡Cierra la puta boca! ¡Y que quede claro que estás despedido! —alzo la voz por última vez —. Da gracias de que no estás muerto, engendro.

Sin colgar el móvil, tomo impulso y lo estrello contra el suelo con tanta fuerza que se parte en mil pedazos. Queda destrozado sobre el suelo de cemento. La rabia me ciega, y no soy capaz de hacer otra cosa que no sea gritar y lanzar el jarrón de porcelana de la mesa contra la pared, rompiéndolo también.

Le ordené una sola cosa, una sencilla cosa. Necesitaba al agente muerto, lejos de mi Tess. Ese chico la debilita, la hace más débil, más vulnerable, y me atemoriza la sola idea de que...

Me atemoriza la idea de que ese chico lograra tirar todo mi trabajo por la borda, todo el progreso de Tess corría peligro gracias a ese individuo.

No lo quería cerca de ella.

Pero cómo no, Lennon tenía que fallar. Tenía que haberse equivocado de avión. Diablos. Tengo que hacer algo al respecto, y rápido, antes de que sea demasiado tarde.

Voy hacia el cajón de la pequeña habitación y saco la pistola modelo CZ SP-01 que suelo guardar ahí. El acero en mi mano está frío, y el recuerdo de la última vez que la utilicé cruza mi cabeza con fluidez.

—No... —escupe sangre en el suelo, yo hago una mueca de asco al verla.

Su cabello está repleto de sangre, al igual que su cara y parte de su cuello. Ella respira con tanta dificultad que, en el silencio del bosque, ni siquiera se oye.

Sostengo con fuerza el arma en mi mano y aprieto la mandíbula, agachándome a su nivel en el suelo. Allí donde unas gruesas cadenas atrapan sus pequeñas muñecas y tobillos, inmovilizándola.

Apenas levanta el rostro hacia a mí por lo débil que se encuentra.

—Nos veremos en el infierno, Riley —susurro y le pongo la pistola en la sien, apretando con fuerza y con la mirada duramente puesta sobre ella.

La chica traga tan fuerte que se tiene que detener un segundo para tomar aire, y me mira débil a la cara. La desesperación de hace unas horas ha desparecido de su expresión, y solo ha dejado lugar a la rabia. No la culpo. Está a punto de morir, entiendo su rabia hacia a mí. Y también la disfruto.

—Púdrete —me escupe en la cara dejándome sorprendido.

La rabia estalla en mí por ese acto de osadía por su parte y cojo su pelo entre mis manos.

—Adiós, Riley —con la mayor fuerza que poseo en mi brazo, estrello su cabeza contra la pared de ladrillo y ella ahoga un gemido antes de que su vida se escurra entre mis dedos.

Su sangre me mancha la cara por el impacto del golpe, yo me limito a limpiarme el labio inferior con el dedo para luego llevármelo a la boca y chuparlo.

Delicioso.

Dejo su cuerpo sin vida en su sitio con desdén. Me levanto del suelo y doy unos pasos atrás, observando mi obra de arte. Quito el seguro al arma y le disparo en el vientre sin siquiera mirarla.

Río.

Game over.

Vuelvo a la realidad con el déjà vu del disparo atrapado el mi mente.

Me aseguro de recargar la pistola con varias balas y llevarme unas cuantas también, metidas en mi bolsillo. Después miro mis manos, una de ellas sosteniendo el arma y la otra apretada en un puño.

Solo tengo un objetivo en mente; acabar con el agente.

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Un capítulo muy corto, gente, como podéis ver.

Ya habéis podido sacar conclusiones. Creo, no estoy segura, de que el próximo capitulo será el último del 1er libro. Y si no, habrá dos más y ya está.

Ya que tengo que finalizarlo para presentar la historia a los Wattys. Además, me parece genial acabarlo ya, y empezar el siguiente. Ahí donde las dudas todavía estarán presentes y, seguramente, se multiplicarán ;)

Muchos besos y espero que los nudos de vuestras cabezas se desaten poco a poco... O se aten más, quién sabe.

Abrazos.