De un momento a otro, los correos se eliminaron. Alguien se había encargado de eliminar todos y cada uno de aquellos falsos correos. Pensé: "serán los de la gasolinera en California", pero, ciertamente, ¿quién demonios había en California que supiese de nuestra existencia y más aún de la existencia de nuestra profesora de lengua?
Demasiado sospechoso.
Decidí indagar.
Investigué desde... Twitter.
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Triste historia
Mystery / ThrillerAcompáñame a leer esta triste historia sobre Twitter y las cuentas suspendidas.