3.2

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Steve había despertado de buen humor esa mañana pues después de un periodo vacacional entre la graduación y el primer día de "trabajo" que Steve iba a llevar en la universidad, tenía que llegar temprano para una pequeña reunión de maestros antes de iniciar el ciclo escolar. Obviamente quería llegar temprano porque era su primer día de trabajo, pero sobre todo, porque si era una reunión de maestros, Tony debería de aparecer ahí.

A Steve le agrada la idea de que Tony estuviera en la universidad, ya que bueno, él había estado unos años alejado de la sociedad y llegar a dar clases no era algo que esperaba que le saliera bien. Tony siempre había sido muy carismático y sociable, sin duda tenerlo como compañero era algo muy bueno.

Se la pasó toda la junta desde que llegó hasta que acabó, buscando los cabellos de Tony entre las personas, pero nada, no lo encontró. Él no estaba ahí y eso le preocupaba, que tal si después de darse cuenta de que él también daría clases ahí, se arrepintió y renunció. "¡No!" Se calmó internamente "Él dijo que era una buena oportunidad, no creo que sólo por los problemas que hemos tenido las otras veces haya abandonado su sueño".

Decir que durante todo el día había estado buscando a Tony, sería poco. Steve se la pasaba de salón a salón en sus ratos libres buscando a Tony, incluso llego a preguntarle a varios alumnos si lo habían visto, pero no consiguió dar con su paradero.

Ya era la hora de terminar ese día de trabajo para él, tenia hambre y de inmediato pensó en la cafetería del plantel. No tardó mucho en llegar ahí, había muchos alumnos y profesores que iban y venia. Pidió una hamburguesa que por alguna razón fue de su antojo. Buscando lugar entre las personas lo encontró, no sólo el lugar, sino a la persona que había estado buscando todo el día. Tony Stark y sus cortos cabellos alborotados. La emoción de Steve fue tal que no pudo contener el movimiento de sus piernas y en un parpadeo ya estaba sentado frente a él 

—Sí, toma asiento, gracias por preguntar antes— Dijo sarcástico una vez que se dio cuenta de quien se trataba 

—Ah, lo... Lo siento— Steve comenzó a levantarse —¿Puedo sentarme contigo, Tony?

El dicho rió por lo bajo  —Claro... 

—Gracias— Steve volvió a sentarse —Estas comiendo hamburguesas

Tony miro su plato —Oh... Sí. Tú también

—Sí, como las otras veces 

—Vaya coincidencia, ¿no crees?

Tony le sonrió de esa forma coqueta que siempre le daba alas a Steve y este se puso nervioso. Sin nada que decir cambió de tema rápidamente —Te estuve buscando todo el día 

—Ah, ¿sí?

—¡Sí!— Dijo casi gritando —Perdón... Aún estoy emocionado. Pensé que no te encontraría 

—¿Por qué? Te dije que había aceptado la propuesta

—Lo sé, pero...

Steve desvío la mirada lo que impulsó a Tony a levantarse y acercarse desde el otro lado de la mesa, para generar nerviosismo en el rubio —¿Pero...?

—P-pense que renunciarías

—¡¿Por qué?!— Volvió a su asiento 

—No sé, por... ¿Mí?

Hubo un ligero silencio en donde Tony proceso lo dicho y sonrió —No, en realidad me agrada que estés aquí 

Steve también sonrió, aunque él con un poco de rubor en las mejillas —Sí, a mi también... Que tú estés aquí  

¡Esperaré tu SÍ! {Stony}Where stories live. Discover now