Capítulo 13

4.9K 392 26
                                    

(POV JARA)

Cuando salí de habitación de Hada estaban mis padres y mis abuelos. Miré a los hombres con el ceño fruncido.

—Vosotros dos ni os acerqueis a mi. Mamá, vamos con la abuela a su despacho para hablar tranquilas.

Mi padre quiso protestar, pero mi madre levantó la mano haciéndole callar. Nos dirigimos solas hasta allí.

Cuando estuvimos dentro mi abuela cerró con el pestillo y nos sentamos.

Estábamos todas en silencio hasta que mi abuela decidió romper el hielo.

—Jara, ¿estás bien? —La miré y asentí. —Supongo que anoche estuviste muy agobiada, conociste a mucha gente, muchos eran de tu edad, pero al conocer a personas del negocio siempre se espera algo de ti. Es normal que quisieras escapar.

—Hablo con mi abuela o con mi psicóloga.

—Con quien te sientas más cómoda.

—Me escapé porque alguien dijo que me estaban buscando marido. —Mi madre soltó una especie de bufido mezclado con risa. La miré.

—¿De verdad crees que yo iba a dejar que alguien te obligase a casarte cuando nunca lo permití para mi? Tu padre y yo mataríamos a quien intentase hacer eso.

Me quedé pensando en sus palabras, era cierto, en ese aspecto había sido muy tonta al creer que mis padres les dejarían hacer a mis tíos lo que quisieran.

—¿Qué más ha pasado? —preguntó mi abuela.

—Ya lo sabéis, os habrán puesto al día los otros dos cuando papá y el abuelo me han llevado la clínica.

Ambas permanecieron calladas. El que calla, otorga.

—¿Te ha obligado ese hombre? —Preguntó mi madre. En esta ocasión pude ver como estaba tensa.

—No. —Dije firmemente. —Es una paranoia que se ha creado papá en la cabeza. Él me dijo que no debiamos, que yo estaba destinada a otra cosa. Ni siquiera me tuvo que desnudar, lo hice yo.

Estaba totalmente roja, me daba muchísima vergüenza estar contándoles esto, pero era necesario para que dejaran en paz a Taran. Mi madre también tenía un leve sonrojo, sin embargo mi abuela me miraba como si le estuviese contando lo que había comido el día anterior.

—Dice la verdad. —Dijo mi abuela. Yo le mire como diciendo "¿en serio?".

—Hija, es diez años mayor que tú. Y si está la mitad de perturbado que Héctor... No sé, no me convence nena.

—Mamá, a quien me tiene que convencer es a mi. Además, conmigo se porta bien, más o menos.

—Pero es que tu eres muy joven, cielo. Él tiene casi treinta años, tenéis distintas motivaciones ahora mismo.

Me estaba empezando a cansar el puto discurso de la edad. Primero Taran, luego mi padre, luego mi madre, ahora mi abuela.

—No soy gilipollas, sé que soy más joven que él, pero creo que soy bastante madura. Además, soy una DrachenBlaut y una Gotti, no voy a permitir que él me maneje a su antojo.

Mi madre suspiró, no aprobaba mi relación con Taran, pero parecía que no quería seguir discutiendo. Mi abuela tampoco dijo nada más.

—¿Me puedo ir ya a la clínica a verlo? Papá le ha destrozado el tímpano.

—Haz lo que quieras hija, como siempre. —Rodé mis ojos y salí del despacho de mi abuela.

Me dirigí a mi habitación para ponerme algún tipo de ropa ya que aún llevaba esa camiseta de Taran. Me la quité y la guardé bien escondida dentro del armario. Escogí una camiseta blanca básica y unos jeans gastados. Tomé una chaqueta con capucha para el camino y unas zapatillas deportivas y me dispuse a ir hacia la clínica.

Saga Familia Gotti 6:  En tu mirada (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora