Noche de amor

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Algunas horas después, Mario comenzó a abrir los ojos. Sintió los brazos de alguien abrazandolo, así como varias almohadas rodeando su cuerpo. No se movio, sino que simplemente vio a su alrededor, sonriendo al ver en que situación se encontraba. No estaba rodeado de almohadas, sino de destellos durmiendo apoyados en él. Y los brazos eran de Rosalina, quien dormía plácidamente acurrucada sobre él. Aún dormida no dejaba de ser tierna.

Mario volvió a cerrar los ojos, pues no tenia prisa para levantarse. Su imaginación comenzó a volar, pensando en lo que el futuro le depararía. Pensó en descansar algún día de andar salvando al mundo, en sentar cabeza. Y que mejor forma de hacerlo que junto al amor de su vida.

Nuevamente abrió los ojos para poder observar a Rosalina. Parecía estar sonriendo, y movió su cabeza un poco para acomodarse mejor sobre su hombro. Mario comenzó a acariciar su hombro, para después mover su mano a su rostro y sobarlo suavemente con su dedo índice. Rosalina volvió a moverse, y Mario le dio un beso en la frente.

Ella comenzó a abrir los ojos, sonriendo al ver a su pareja. No parecía cansada, simplemente tampoco quería moverse. Volvió a acomodar su cabeza sobre el hombro del héroe que robo su corazón, y lo abrazó con más fuerza. Él, por su parte, apoyo su cabeza sobre la de su princesa galáctica, mientras disfrutaba el estar tan cerca de ella.

Rosalina (en un suave susurro) : Ojala todos los días fueran así ... solos tu, yo, y los destellos ... como ... como ...

Mario : Como una familia.

La princesa del cosmos pareció preocuparse a causa de la declaración de Mario.

Rosalina : Lo siento ... fui muy atrevida al insinuar eso.

Mario : No, no lo fuiste ... yo también lo estaba pensando, por algo complete el pensamiento. Me gusta estar junto a ti y los destellos, y ... quiero que me permitas protegerlos también. Ellos son tu familia ... y yo quiero ser parte de tu vida, de su vida.

Rosalina : ¿Lo ... lo dices en serio?

Mario : Claro (la besa en la cabeza), estoy dispuesto a dar lo mejor de mi en ese sentido.

Rosalina : Bien ... supongo que eso te hace el papá gruñón.

Mario : Oye, nadie hablo de que sere gruñón ... seré mas como el papá buena onda. Tu puedes ser la mamá estricta y gruñona si quieres.

Ambos rieron suavemente.

Rosalina : ¿Sabes? Empieza a dolerme un poco el estar en esta posición.

Mario : Bien, entonces creo que ... hay que levantarnos. No se ni que hora es en la Tierra.

Con cuidado, ambos se levantaron del sillón moviendo a los destellos con cuidado para no despertarlos. Uno a uno los fueron tomando entre sus brazos y los llevaron a un lugar donde pudieran dormir tranquilamente. Mario seguía las instrucciones de Rosalina al pie de la letra, y en cuestión de unos minutos, ya todos los destellos estaban colocados en lugares donde pudieran dormir tranquilamente.

Mario (hablando bajo) : ¡Fu! Eso fue algo tardado, pero ya terminamos.

Rosalina : Exacto ... gracias por ayudarme.

Mario : No hay problema (mira su celular) vaya, las 10 de la noche. No creo tener sueño, pero igual debo regresar a mi casa.

Rosalina : ¿Tan rápido?

Mario : Bueno ... pues, puedo quedarme unos minutos más.

Rosalina : Así tal vez podamos descansar un momento.

Encontrando el amor (Mario x Rosalina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora