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Era una noche cálida, más de lo que había sido los días anteriores; el reporte del clima había pronosticado que en los próximos días habría una leve llovizna que comenzaría en la tarde noche y sería de manera intermitente y disminuiría con el paso del tiempo. La presentadora del clima, Naoko, había dicho de manera alegre que eso significaba que Japón estaba teniendo un leve cambio de clima.

Ochako odiaba los veranos húmedos. Eran incómodos para ella sentir sudor por todo el cuerpo. Inspiró hondo mientras veía la fina lluvia. A su lado, vio como la mujer a su costado se volteaba con suavidad. La castaña recordaba bastante bien que ella había usado protección para evitar tener una cría. 

Refregó sus ojos y se levantó de la cama por fin. En cuanto lo hizo, vio por fin a la mujer levantándose claramente confundida. 

¿Ya te vas? — preguntó algo adormilada, tapándose con la sábana que había por encima de la cama. 

Ochako terminó de ajustar su corbata y asintió con esa profunda mirada castaña que poseía. Era una alfa, después de todo y aquella no era su omega. La mujer en la cama la miró con algo de vergüenza. 

No te avergüences; solo fue sexo. — aclaró Ochako terminó de colocarse la chaquetilla negra y le sonrió. — te veo en las noticias, Naoko

Vio que la presentadora del clima se colocaba roja cual tomate y asintió bastante nerviosa. 

Realmente tu olor me atrae mucho. —susurra Naoko a modo de confesión. Pero su acompañante ya vestida, caminando hacía la puerta y comenzando a colocarse los zapatos, niega con suavidad. 

Solo es mi olor. Sabes que no soy una alfa normal. Solo por eso me quieres.

Y eso la irritaba. Podía conseguir a todos los que quisiera pero, ¿que sacaba con eso? Nadie realmente la quería por lo que era.

Tampoco era que ella buscará que la amaran. Ya estaba acostumbrada.

Creo que deberías quedarte, Uravity-chan.

Ella negó, tomó sus cosas y salió sin mirar hacía atrás.

Caminó en línea recta hasta su agencia de héroes, Smile Sunshine, y saludó a uno de sus pasantes. Su agencia era de rescate (y de apoyo) pero tenían la fama que tenían solo por la increíble fama de la heroína Uravity.

Para ella no era complicado ser heroína, le gustaba y era cómodo para ella. Pero el estar en una sociedad tan caótica, era complicado, sobre todo por el sistema de castas. 

En general, habían tres castas -algunas personas desertoras formaban una cuarta- en las cuales convivía el constante conflicto; los betas eran la parte más baja de la sociedad y usualmente los que no poseían un Don como todo el resto. Luego venían los omegas, siendo considerados como la casta del medio; no gozaban de popularidad y constantemente eran tratados como seres inferiores que los Alfas; estos por su parte eran el pilar de la sociedad moderna, adorado por todos, populares e intocables. 

Y tristemente no importaba que tan buen héroe seas, tu casta siempre iba a estar contigo. Si eras alfa, podrías estar al menos, en el Top 10, y eso era lo que vivía Uraraka Ochako a sus veinticinco años. 

— Uravity-san, los medios están afuera. Quieren sacar la foto del lugar número cinco. 

— No tengo ganas de hablar con nadie. — aclaró de manera cortés, pero sabiendo para sus demás compañeros, que la heroína no iba a aceptar hablar con absolutamente nadie. 

— Está bien, le iré a decir. Oh, por cierto, Deku-san está aquí. 

El rostro de Ochako se iluminó, agradeció y fue de inmediato hacia su compañero que estaba en su oficina. La chica no tardó en lanzarse a los brazos de su antiguo compañero de clases y dedicarle una sonrisa cuando por fin se separaron. 

Noche de verano (Omegaverse) -  Kacchako.Where stories live. Discover now